domingo, 17 de marzo de 2024

Anécdota del concierto de los Stiff Little Fingers en Mondragón (1989)


- Contexto

Un año tras la salida del “controvertido” álbum Now Then…, los Stiff Little Fingers se disolvían. Parece ser que ni los seguidores ni la prensa digirieron bien el cambio estilístico del grupo en dicho disco. Las ventas y las audiencias de los conciertos bajaron, por lo que la banda optó por dejarlo en 1983. En 1987 decidieron volver y lo hicieron por todo lo alto. En sus actuaciones volvía a sonar el material clásico del grupo, por lo que los fans se reengancharon a la banda a base de bien. Uno tras otro, el aforo de todas las salas por donde tocaban se acababa agotando, por lo que quedaba claro que los Stiff Little Fingers habían vuelto para quedarse. El 25 de noviembre de 1989, los SLF actuaron ante 5.000 personas en el Polideportivo de Arrasate/Mondragón con los SS 77 como teloneros. El batería del momento de los SLF, Dolphin Taylor, recuerda esta SÚPER EXAGERADA anécdota del concierto. 

- Dolphin Taylor:

Fue batería de la Tom Robinson Band, de los Stiff Little Fingers y de los Spear Of Destiny, entre otros grupos. Con los SLF, llegó a grabar el EP £1.10 Or Less (1982), los LP’s Now Then… (1982), Flags And Emblems (1991) y Get A Life (1994), más los directos Live And Loud (1988, también salieron con leves cambios bajo otros nombres como No Sleep’Till Belfast o Greatest Hits Live), See You Up There! (1989) y Fly The Flags (1991). En total, Dolphin Taylor estuvo 11 años en los Stiff Little Fingers


- Entrevista

[…] Pregunta. ¿Qué tal una historia de pesadilla en la carretera? ¿Tienes alguna?

Dolphin Taylor. SLF habían sido contratados para tocar en una sala con aforo para 500 personas en la políticamente inestable zona del País Vasco, en el norte de España. Nos recogieron y tras un trayecto de unos 90 minutos acabamos en lo alto de una montaña en medio de la nada. Nos llevaron hasta la sala, que era un gimnasio con capacidad para 5.000 personas!! Sobre la batería había una pancarta la cual, aunque no la podía entender, contenía los acrónimos ETA y SLF, por lo que era un poco preocupante. Mientras Jake (cantante de los SLF) se quejaba al promotor, Russell (manager de los SLF) se ocupaba de decirle que la banda no tocaría al menos que viniera con una sustancial cifra de dinero de más. Así que ahí estábamos en medio de la nada y a merced de una organización terrorista vasca Russ y los cuatro miembros del grupo (no llevábamos crew), los cuales íbamos a morir. Entonces Russ nos encerró en el camerino y nos dijo que no nos moviéramos. Tras lo que me pareció horas esperando, nos dimos cuenta de que había una gran multitud de gente reunida en el gimnasio. Finalmente, Russ irrumpió por la puerta, me soltó más pesetas de las que yo jamás había visto y nos dijo: “Cuida de esto que me largo”.

Tocamos el concierto a ciegas. Quitaron la pancarta y cuando salí del escenario, me quité el dinero de encima de mi sudado cuerpo. Regresamos a la ciudad con cierta inquietud solo para encontrar a Russ apalancado en el bar del hotel. Todavía no me explico cómo salimos con vida de ahí […]

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