Lapido. Sala Sidecar (Barcelona). 20 €
Parada en Barcelona de la gira de presentación de Formas de Matar el tiempo, último disco de Lapido (compositor y letrista de los ya extinguidos 091). La discografía de Lapido consta ya de 6 discos y un EP. Los “Cero” forman parte de la banda sonora de mi adolescencia, cuando veraneaba cada año en la costa granadina y los pinchaban en los bares del pueblo, la discoteca de verano y por todas partes. Allí tenían el reconocimiento que les faltaba en el resto de España donde siempre recibían laureadas críticas de la prensa especializada pero no éxito comercial, siendo siempre un grupo de minorías.
Al empezar el concierto Lapido dijo: “estamos encantados de estar en Barcelona en esta cueva que nos acoge cada vez que venimos”. Y es que la palabra cueva creo que define a la perfección la sala Sidecar: pequeñita, estrecha, techo bajo ufffff. Sonaron muchos temas de su nuevo álbum como “Muy lejos de aquí”, “La ciudad que nunca existió”, “Desvaríos”, combinando la guitarra eléctrica con la acústica. Los amantes de las seis cuerdas tuvieron ocasión de ver en acción dos Fenders Telecaster, una Gresth, una Gibson eléctrica y otra acústica.
Siguieron temas de sus trabajos anteriores como “Luz de ciudades en llamas”, “Nadie besa al perdedor” o “La hora de los lamentos” (esta canción en su disco De sombras y sueños está interpretada junto al cantante granadino Miguel Ríos). También sonó la canción de 091 “Zapatos de piel de caimán”. Todo ello interpretado con una maestría y un virtuosismo impresionantes. Y es que Lapido se acompaña hace ya muchos años de la misma banda para los directos, cosa no muy habitual entre los artistas que emprenden su carrera en solitario.
El público era muy entusiasta, sin una estética definida, casi todos de treinta y pico para arriba, muchos con camisetas de 091 o de Lapido, coreando las canciones y totalmente entregado. Todas las palabras que decía Lapido eran muy bien acogidas, como la frasecilla en catalán “Millor una mica de silenci” (mejor un poco de silencio). O cuando dijo irónicamente que el concierto de esa noche era un duelo entre Lapido versus el Festival Primavera Sound, y que el resultado del duelo se vería mañana en la prensa…
Hubo varios bises, la gente pedía canciones, Lapido con una sonrisa decía: “pedid y se os dará”. Entre las peticiones hubo una que me hizo mucha gracia, pues alguien gritó: “toca una de los Clash”, y es que en estos días se ha inaugurado en Granada la placeta Joe Strummer. El líder de esta banda británica colaboró en la producción de uno de los mejores discos de 091 durante los años que vivió en Granada… En vez de tocar una de los Clash, tocaron para finalizar después de casi dos horas (que se me pasaron volando), una de los 091, “Otros como yo”, siendo el final apoteósico.
Carlos.