Cock Sparrer. Roundhouse (Londres). 10 de septiembre de 2022.
Tan solo un año atrás, septiembre de 2021, vivíamos con el fantasma del covid y cierto mono de conciertos, por lo que cuando Cock Sparrer anunció un bolo “especial” por su 50 aniversario no hubo que pensar mucho para sacar entrada, vuelo y hotel casi del tirón. Vista la acogida, el grupo añadió una fecha más, el viernes 9. Más tarde anunciaron conciertos en Madrid en primavera, Arrasate en julio (Mondra & Roll) y en diciembre tocarán en Barcelona. Daba igual, un bolo de Cock Sparrer, más en Londres y acompañados de amigos, es garantía de diversión.
En fin, se acerca la fecha y dos días antes la reina Isabel II se va al otro barrio. Tras atender de reojo a la televisión, donde infraseres orgullosos de ser súbditos lloran o portan flores son amplificados, uno llega a pensar que los ingleses son capaces de cerrar el país y anular todo lo habido y por haber. Es más, hasta John Lydon, otrora Johnny Rotten, se sumó al coro de meapilas mostrando su pésame en Twitter. There is no future… in the punk?
Bien es cierto que en Londres algunos escaparates y, sobre todo, los periódicos, el metro y las marquesinas de autobuses lucían la misma imagen de Lizzy, en un bochornoso ejercicio de culto a la personalidad y vomitiva apología de un régimen político medieval. Sin embargo, a pesar de que por el centro de Londres pululaba algún membrillo portando flores en honor de la difunta, la city hacía vida absolutamente “normal” (gente currando; mendigos en las calles; Camden Town hiperturistificado), contrariamente a lo que han narrado las interesadas crónicas que recibimos en, ¡oh, casualidad!, otro Reino de mierda. Así pues, Isabel II acabó convertida en meme y excusa para dar rienda suelta a nuestro humor negro.
Entrando ya en materia musical, el concierto se celebró en una sala grande de estructura circular y 2 plantas; arriba con asientos y abajo de pie. A pesar de la separación y la seguridad, con un poco de ingenio y picaresca era posible colarse abajo. Por lo demás, la priva, cara. La media de edad, alta. Mucha camiseta de los Sparrer y mucho skin, local y foráneo (St. Pauli, Catalunya, Euskal Herria…).
Lo “especial” del bolo consistió en dos pases diferenciados, con un descanso en el intermedio. En la primera parte, tal y como anunció el cantante Colin tras saltar al escenario en solitario para cantar “Out On An Island”, tocarían temas “raros” y/o canciones que se habían caído del repertorio habitual o que jamás habían tocado en directo. Además, en algunos temas les ayudaron dos músicos más, al teclado y a la guitarra acústica. Por si fuera poco, entre canción y canción proyectaron unos vídeos donde los integrantes y el sexto Sparrer (según cuentan, un colega de toda la vida que hace las veces de pipa o similar), hablaban de la historia del grupo y de algunas canciones. Como aquello carecía de subtítulos, quienes tenemos el Certificado Oficial de Inglés nivel Muzzy, Big Muzzy, no nos enteramos de mucho y no pillamos ni un puto chiste. Paco Martínez Soria en Londres, versión punk.
En este primer round, cayeron “We Love You” (versión de los Rolling), “Chip On Your Shoulder” (buena acogida), “I Need A Witness” (buen corte, aunque quizás muy largo) y “Bats Out” (basado en una historia real, según dijeron). Punto y seguido para “I Live In Marbella”, cuya letra sobre un robo perfecto en un banco y posterior huida, aseguraron, es pura ficción. Lo cómico del asunto es que el rótulo que proyectaron en la pantalla mostraba el título de la canción acompañado de un sombrero mexicano. ¿Desconocimiento o la misma cagada del CM del Glasgow Rangers cuando ubicó Sevilla en México, o al menos confundió un sombrero sevillano con uno mexicano?
Siguieron “Battersea Bardot”, una tranquila balada a mayor gloria de la actriz Carol White, y unos cuantos temas de su época más reciente, entre los que cabe destacar “One By One” y “Take It On The Chin”, este último incluido en un recopilatorio. Ambas canciones tienen calidad y pegada suficiente como para engrosar el “Repertorio A”. Claro que son muchos los temas y he aquí el dilema: ¿qué otros temas podían haber ocupado este primer pase? A bote pronto, se nos ocurrieron “Is Anybody There?”, “Last Train To Dagenham”, “The Sun Says” o “Bird Trouble”. Una lista a la que se podrían sumar tranquilamente “Trouble On The Terraces”, “Did You Have A Nice Life Without Me?”, “Spirit Of 76” y más aún. Cuestión de gustos, sí, pero prueba también de la capacidad de la banda para producir grandes canciones.
Tras un descanso para el avituallamiento, llegó el turno del repertorio habitual, el elegido para esta gira de 50 aniversario, pues el bolo fue muy similar, por no decir idéntico, al que ofrecieron en Arrasate. Si en julio la baja del bajista la suplió un tal JJ, de Last Resort, y el bolo duró una hora exacta, en Londres no hubo baja alguna y la segunda parte del concierto se fue hasta la hora y cuarto.
Arrancaron como siempre, sirenas al ritmo de “Riot Squad” y pogo automático. El ritmo no decayó en ningún momento, pues tienen himnos, nuevos y viejos, más que de sobra para mantener el nivel del concierto por todo lo alto. Así que el público coreó todo-todito con ganas: “Argy Bargy”, “What´s It Like To Be Old”, “A.U.”, “I Got Your Number” y un largo etcétera. Detalles a destacar: con “Because You´re Young” la pantalla proyectó viejas imágenes de la banda y fotos familiares; insertaron muy finamente “Droogs Don´t Run” en medio de “Teenage Heart”; y como viene siendo habitual, dedicaron “Tough Guys”, ésa que dice que “incluso los tipos duros necesitan a alguien a veces”, a los skinheads. Fin de fiesta con “Suicide Girls”, “England Belongs To Me” (Colin golpeándose el pecho repitiendo “to me, to me, to me”) y “We´re Coming Back”.
Probablemente, el sonido de guitarra(s) no fuera lo nítido o limpio que hubiéramos deseado, algo tan cierto como que Cock Sparrer nunca defraudan. Servidor les ha visto siete veces por lo menos y jamás han dado un mal bolo. Son un valor seguro, se han cuidado ellos y han cuidado la banda, sobre todo durante los últimos 15-20 años, procurando no desgastarse en directo y facturando buenos discos en estudio, algo que muy pocas bandas del 77 pueden decir sin sonrojarse. En parte, quizás se deba a su nivel de autoexigencia, que deberán medir bien a partir de ahora. Porque están en una forma notable, sí, pero tienen ya una edad. ¿Seguirán en activo, por ejemplo, dentro de 10 años?
Por último, decir que salvo una camiseta “fea”, no vimos nada particularmente reseñable. Evidentemente, al salir de casa y del ambiente de caras conocidas, cabe preguntarse qué se esconde tras tanto Fred Perry y camisa de cuadros. Más tarde, en cambio, nos hablaron de un par de anormales pidiendo supuestamente taxis en alguna canción y un incidente fuera de la sala que se saldó con un tío reventado en la acera en medio de un copioso charco de sangre.
Fuck nazis está dicho, ¿no?
- Ver concierto en YouTube.
- Texto: Automatic Lover.
- Fotos: Facebook Cock Sparrer.