miércoles, 30 de agosto de 2017

Hard-Core. Life On My Own. Memorias de Harley Flanagan


Hard-Core. Life of My Own. Harley Flanagan. Feral House (2016). 444 págs. Inglés.

Harley Flanagan no tuvo una infancia digamos “normal”. Su padre era un yonky y un delincuente, mientras que su madre era jipy, alcohólica y stripper. La infancia de Flanagan estuvo ligada sobre todo a su madre, que fue quien se hizo cargo de él. Con ella estuvo viajando por diferentes partes del globo hasta que se afincaron en Dinamarca cuando contaba con 4 años. Vivieron unos años en la famosa comuna Christiania, por lo que Harley pudo ver en directo a numerosas bandas de la primeriza escena punk danesa (The Sods, The Brats…). A su vez, gracias a los círculos por los que se movía su madre, Harley Flanagan pudo conocer y moverse en los mismos ambientes que algunos renombrados escritores, artistas y músicos. De vuelta por su Nueva York natal, Harley se estrenaría como batería en uno de los primeros grupos punk neoyorquinos: The Stimulators. Debido a que seguía siendo un crío de apenas 11 o 12 años, todo el mundo lo acogió bastante bien en el mundillo musical ya que su precocidad no dejaba indiferente a nadie. 

La parte negativa de todo el asunto fue que también desde muy temprana edad, Flanagan se empezó a meter en las drogas y en la mala vida. Ciertamente no debía de ser fácil vivir en una de las zonas más pobres y deprimidas de la Gran Manzana. El Lower East Side (LES) es hoy en día un barrio pijo y caro, pero a finales de los 70 y principios de los 80 era una de las peores zonas a nivel de criminalidad y drogas de toda Nueva York. Harley Flanagan comenta que él era el único blanco en todo el vecindario, por lo que tuvo muchas “movidas” con las bandas tanto de latinos como de negros que controlaban las calles. 

Como a menudo suelo hacer cuando comento un libro de fuera, me fijo siempre en si tiene referencias al estado para así comentarlas. Y hay que decir que este Hard-Core. Life of My Own tiene muchas pero es que hay que tener en cuenta que en el inglés coloquial de los USA, a los hispanos se les llama "Spanish". Así, Flanagan llama "españoles" a todos los sudamericanos (a excepción de los puertorriquenses que los denomina como tal). Alguna vez habla de algún que otro cubano y tal, pero la mayoría de las veces, como ya digo, los llama “Spanish”. Por tanto, cuando habla de un tal “Ángel” que era español y que fue pateado y expulsado del squatt donde vivía, creo que se refiere a alguien de algún país latinoamericano. 

Pero como decíamos, Harley tuvo que crecer forzosamente demasiado rápido y siempre en un ambiente lleno de violencia, drogas y delincuencia, cosa que sin duda le iba a marcar en su vida. Volviendo con los Stimulators, en 1980 hicieron un pequeño tour por Irlanda ya que no obtuvieron los pertinentes permisos para girar por Inglaterra debido a que precisamente Flanagan era menor de edad. En Irlanda pudo compartir escenario con grupos como los Outcasts o los Starjets, y fue en Dublín cuando nuestro protagonista entró en contacto por primera vez con la escena skinhead, cosa que le impactó de sobre manera y que a la postre, influiría mucho en su persona, tanto para bien como para mal… Y de hecho, estando en Belfast fue cuando se rapó la cabeza por primera vez y cambió completamente su look ayudado por el roadie (después batería) de los Outcasts. Harley no habla de racismo o política, siendo simplemente la violencia y las peleas que vio lo que más le atrajo e impresionó del movimiento.

Es por ello que Harley Flanagan se autoproclama como el primer skinhead que hubo en Nueva York. Para mucha gente, la palabra “skinhead” significaba algo negativo incluso cuando aún no tenía nada que ver con el racismo o el fascismo. Esto es debido a que la irrupción de la movida skin vino seguida de la aparición de la violencia y el pandillerismo en la escena. Y peor aún, muchos de esos skinheads ciertamente tardaron poco en virar hacia el fascismo-racismo. Aunque Flanagan le quite hierro a la cosa, flirteó con el nazismo y reconoce que participó también en los asaltos y agresiones a los homosexuales, aunque se justifica diciendo que no había en realidad nada ideológico en él, sino que era simplemente macarrismo puro y duro debido a la vida que llevaba, pues todo a su alrededor era como decíamos violencia y drogas (Flanagan acabó siendo heroinómano). No sé qué pensar, la verdad, y más cuando lees otros episodios similiares con skin nazis de por medio o cuando salen a relucir sus comentarios despectivos hacia los punks más políticos…

Es por aquellos tiempos cuando la música punk se empieza a acelerar y se afianza la etiqueta Hard-Core. Flanagan se autoproclama no solo el primer pelao sino el primero de todo, la verdad que de modestia "va sobrado"… Y volviendo a las movidas y a la violencia, aunque bastante a menudo hay reproches hacia ella, creo que Flanagan y los Cro-Mags jugaron a la ambigüedad en aquellos tiempos, pues contrasta mucho cuando explica que patea a tal o cual porque le hizo esto o lo otro, pero sorprende después cuando explica cómo boneheads nazis la lían y agreden a parte de su público en sus conciertos y no hacen prácticamente nada para pararlos. Pero por lo leído aquí y en otras obras, la escena Hc yanqui ciertamente se fue de madre con el rollo malote-pandillero… Y de hecho, el mismo Flanagan reconoce que ese rollo quizá lo comenzaron él y los suyos unos años atrás.

Volviendo a lo de las referencias a “Spain”, las dos únicas “reales” que aparecen son bastante curiosas. En la primera, Harley nos cuenta cómo viajando por Europa con su madre haciendo autostop, estando en España, un camionero que los recogió intentó violar a su madre. La segunda referencia nos habla de un concierto de los Cro-Mags por el País Vasco presumiblemente en el año 1992, en un sitio que él dice que es “el cuartel general de ETA” jajaja, y que era simplemente una fábrica abandonada en mitad del bosque, con perros rondando por ahí y con las paredes llenas de graffittis. De repente, parece ser que el lugar se llenó de punks y metaleros en lo que fue para él un concierto “bizarro”.

El libro cubre hasta la famosa polémica del presunto ataque y puñalada que presuntamente Flanagan asestó a dos de los actuales componentes de su ex grupo. Parece ser que al final, judicialmente la cosa ha quedado en nada. Conocido es el desencuentro que hay entre él y John Joseph (cantante de Cro-Mags), y hay que decir que Flanagan no solo no tiene piedad con él en la obra, sino que si lo sigues por facebook, podrás ver que cada dos por tres le mete caña (John Joseph encabeza una de las encarnaciones de los Cro-Mags que funcionan hoy en día y en la que Flanagan fue deliberadamente “descartado”). John Joseph aka Bloodclot publicó hace años sus memorias también, intenté hacerme con ellas para así contrastar un poco las opiniones, pero resulta que están descatalogadas y piden un pastón por el libro en internet.

Para terminar, Flanagan también toca cómo no el asunto religioso del que parece ser que aún anda militando, y por lo demás, para ser honesto, me ha parecido ciertamente algo controvertida su figura pese a que es su libro y en él teóricamente se intenta explicar y justificar sobre todo lo que hizo bien o mal. Y es que a mí el rollo malote, aunque vengas de un contexto duro, no me va, la verdad. Pese a todo, el libro es impactante y altamente recomendable, pues no te deja indiferente.

martes, 29 de agosto de 2017

Libro sobre Reegan Youth y la escena punk de Nueva York


Punk in NYC’s Lower East Side 1981-1991: Scene History Series, Vol 1. Ben Nadler. Microcosm Publishing (2014). 32 págs. Inglés.

Breve pero muy interesante mini libro en donde se repasa la historia del punk en el barrio neoyorquino de Lower East Side siendo los Reagan Youth, o más bien su cantante Dave Insurgent (rip), el hilo conductor de todo el relato. El autor nos habla de los orígenes familiares de Dave, sus comienzos en la escena punk y el devenir de su grupo. Entre medio, encontramos capítulos diversos en donde aparte de comentarse las peculiaridades de la escena punk de Nueva York, se explica un poco también cuáles fueron los referentes políticos (anarquismo sobre todo) en la ciudad de la Gran Manzana. Y es que no hay que olvidar que la postura de los Reagan Youth fue abiertamente política. Por tal motivo, en la obra hay a su vez un capítulo en donde se explican las controversias que a mediados de los ochenta surgieron dentro de la escena entre las facciones de hard-core skins y los denominados “peace” punks, los cuales eran más políticos. La escena pasó a ser dominada por la violencia skin-pandillera mientras que Dave Insurgent adoptaba el look rasta como reacción a todos esos matones skins y como homenaje a la figura de HR (una de las mayores influencias de Dave fueron los Bad Brains, de los cuales se habla también en el libro ya que, aunque eran originales de Washington, pararon bastante tiempo por Nueva York). Pero la violencia ejercida por los skins no tuvo comparación con la violencia ejercida por quizá la peor de las "Tribus Urbanas" habidas y por haber. Nos estamos refiriendo, claro está, a los maderos. La escena punk va decayendo a la par que aumentaba la adicción a la heroína de Dave, el cual tristemente se suicidaría un 3 de julio de 1993 cuando contaba con 29 años. Dave Insurgent se quitó la vida tres días después de que su novia de por entonces fuera asesinada. Triste final.  

I, Shithead. A Life in Punk: memorias del cantante de los DOA


I, Shithead. A Life In Punk. Joey Keithley. Arsenal Pulp Press (2010). 239 págs. Inglés. 

Aquí tenemos las memorias del cantante de los DOA que salieron en un primer momento publicadas en 2003 y que van ya por la tercera edición (que es la que yo tengo). El libro es un anecdotario constante de lo que significa "militar" en una banda de punk como los DOA. Sus comienzos, sus grabaciones, su compromiso socio-político y el cómo se empezaron a hacer un nombre dentro de la escena a base sobre todo de salir y girar casi constantemente por medio mundo, vienen relatados del puño y letra de su cantante. También aparecen cómo no muchos de los tópicos de este tipo de obras: desencuentros entre los componentes, movidas (sobre todo con los nazis de turno), mánagers, discográficas, etc. Aunque salen historias de diferentes tours por media Europa, me ha sabido mal no ver nada reseñado sobre las primeras giras del grupo por el estado. De hecho, la única referencia que sale al respecto es cuando recuerda que su amada guitarra fue robada en el País Vasco (meses después la recuperaría por eso). Por lo demás, Joey Shithead ha omitido conscientemente los asuntos relacionados con las drogas duras, asuntos que a algunos de los miembros de los DOA les acabó pasando factura. Shithead no da detalles, pero aun así comenta cómo por ejemplo uno de los baterías que pasaron por la banda murió en 1994 por una sobredosis de heroína. Son muchos años comprimidos en 239 páginas y a veces me hubiera gustado que se hubiera explayado más en algunos aspectos, como cuando decidió implicarse en la política a través del Partido Verde canadiense, que lo comenta muy por encima aunque hay que decir que a lo largo del libro, su compromiso ecológico queda patente. En definitiva, clásico libro de memorias de un componente de un grupo punk, con multitud de anécdotas y con toda la información acerca de lo que fue el origen y la progresión de los grandiosos DOA. 

My Damage: memorias de Keith Morris (Black Flag, Circle Jerks...)


My Damage. The Story of a Punk Rock Survivor. Keith Morris con Jim Ruland. Da Capo Press (2016). 309 págs. Inglés.

Estas son las memorias del que fuera primer cantante de los Black Flag y vocalista de, entre otros, los Circle Jerks. Me leí el libro después de terminar con las memorias del Harley Flanagan de los Cro-Mags, por lo que quizá por ello los problemas de Morris con el alcohol y la farlopa me parecieron poca cosa en comparación con los "problemas" del Flanagan. My Damage se lee bastante bien y es ameno, pero ya digo que no me impactó tanto como otros títulos similares de otros artistas. Destacaría sobre todo el que al tratar la escena punk californiana, a menudo salen historias relacionadas con gente o bandas que en los 90 se hicieron muy grandes y famosas. Éso y que Morris toca también mucho las relaciones “profesionales” en el mundillo de la música, ya que entre grupo y grupo, estuvo trabajando a su vez durante un tiempo como representante de numerosas bandas. Bueno, se me olvidaba, al haber terminado “a malas” con algunos de sus compañeros o grupos, también encontramos obviamente su versión de los hechos de cada movida concreta. No es la mejor biografía musical que he leído, pero aún así se deja leer bastante bien y, sobre todo, claro está, no puedes perdértela si eres fan de los Black Flag, Circle Jerks o los Off entre otros (comenta un poco al final la etapa de los Flag). 

Spiral Scratch (Marzo-Abril 1989): Iggy & the Stoges+DOA


Spiral Scratch fue una revista inglesa realizada en Cambridge que funcionó durante los años 80 y principios de los 90. Sin ser estrictamente punk, en sus páginas se podían encontrar bastantes reportajes sobre bandas punk de la época. Precisamente, aquí tenéis escaneados los contenidos punk del número que salió en marzo/abril del año 1989.

Clicar en las fotos para verlas en tamaño grande o clicar "botón derecho/guardar como" para poder leer los textos con una óptima resolución en vuestro ordenador.

Iggy Pop / The Stogges








D.O.A.







Bonzos: Rey de la Ría



Bonzos Facebook

Raiot Kids



miércoles, 23 de agosto de 2017

Crónica SLF Chester (20-8-2017)


Stiff Little Fingers. The Live Rooms (Chester). £20

Nuevo reencuentro con mis queridos SLF este año. Como siempre hacen, tras sus primeras fechas por las ciudades digamos importantes del Reino Unido, vuelven a girar pero esta vez por lugares no tan grandes. Antaño era la población galesa de Buckley la elegida cuando pasaban por la zona, pero desde que esta nueva sala abrió sus puertas en la localidad de Chester, la sala Tivoli de Buckley ha quedado relegada. Aunque de más aforo, la sala Tivoli tiene el inconveniente de que está en un área muy mal comunicada de Gales, mientras que The Live Rooms está en Chester, una de las ciudades más importantes (y pijas, por cierto) que hay poco antes de la frontera con Gales. Y los SLF no se equivocaron, pues la audiencia de sus conciertos en Buckley no llegaba nunca a las 500 personas, mientras que en Chester agotaron las entradas (la sala cuenta con un aforo de prácticamente 600 personas).


Así que todo hacía presagiar un buen show con un buen y muy caluroso ambiente y en efecto, todo se dio. Me perdí a los teloneros, por lo que no puedo decir nada sobre ellos. La actuación de los SLF fue brutal de principio a fin y en el pogo se sudó a base de bien. La gente tomaba aire cuando sonaban los temas más tranquilos como “Guilty As Sin” o “Safe As Houses”, y volvía a la carga cuando caían los mega-hits del grupo. La única novedad que hubo en su repertorio respecto la vez anterior en que los vi en Manchester (leer crónica aquí), fue que no tocaron la de “Each Dollar Bullet”. Dicha canción es una crítica a la comunidad irlandesa que financiaba al IRA desde los Estados Unidos, y como ya comenté en la crítica de marzo, si la tocaban en Dublín o Belfast podía destapar la caja de los truenos entre la audiencia de la banda por aquellos lares. Y precisamente, el fin de semana que viene los SLF actuarán en Belfast junto a los Stranglers, Ruts DC, The Outcasts y alguno más en lo que tiene pinta de ser un histórico concierto, pues las entradas están ya agotadas en un recinto con capacidad creo para unas 4000 personas o más. A lo mejor me equivoco, pero podría ser que para evitar herir sensibilidades en una zona en donde aún hay “movidas”, SLF han decidido quitar la de “Each Dollar Bullet” del setlist. 


Volviendo al show en sí, no mucho más puedo añadir. Conciertazo del grupo, muy buena la respuesta de la gente, pogo continuo y muy bestia por las primeras filas, y el tren de vuelta a Wirral-Liverpool lleno de caras sonrientes de peña que estuvo en el bolo. La imagen de la noche para mí fue la de un tío que muy “felizmente” e ingenuamente se encontraba aún con dos pintas en la mano por las primeras filas cuando la intro del “Go For It" comenzó a sonar. No sé de qué árbol se había caído el tipo, pero yo me lo miraba a la par que hacía los clásicos coros de la introducción. Yo me lo miraba riéndome y pensando que en breves momentos, el pobre hombre iba a ser arrasado junto a sus dos birras por los pogueadores. El individuo tendría sus 50 y algo de tacos y tal vez no sabía de qué iba la vaina, pero ¿cómo se puede ser tan iluso y no ver el peligro que corres tú y tus cervezas? Efectivamente, segundos después de comenzar los acordes del “Wasted Life”, el tema con el que abrieron los SLF, una multitud de pogueadores pasó por encima del pobre incauto y yo, mientras me reía, lo último que pude ver de él fueron las pintas de cervezas volando por los aires jajaja… Hasta la próxima Fingers!!

Nota: las fotos están extraídas de la red.