jueves, 31 de mayo de 2018

klobber: Pathetic Life



Klobber Facebook

Kaleko Urdangak: Novedades



Cuatro de las mejores canciones de la banda regrabadas de nuevo con mucho mejor sonido. Sin duda un gran acierto por parte del grupo ya que se trata de 4 auténticos himnos que merecían la pena poder escucharse en condiciones!



Single adelanto del LP "Nortasuna" (Publicación 1 de septiembre 2018), con la colaboración especial de Fermin Muguruza, cantante de Kortatu, uno de los primeros grupos skinhead de Euskal Herria.


Kaleko Urdangak Facebook

lunes, 21 de mayo de 2018

Crónica La Banda Trapera en Terrassa (19-5-2018)


La Banda Trapera del Río. Faktoria d’Arts (Terrassa). 

A mediados de los 90´ y tras su regreso vi a La Banda Trapera del Río en 3 ocasiones; en 1994 en la Sala Cuore de Rubí, ese mismo año en la Vértigo de Castelldefels y en 1996 en la Arzobispo de Barna. También asistí a la Sala Garatge, pero me quedé sin entrada. Prácticamente 22 años después tuve la ocasión de disfrutar de nuevo del rock macarra y chorizo de la Trapera, quienes dieron un repaso a todos sus clásicos como "Curriqui de barrio", "Venid a las cloacas", "Monopatín", "La Regla"… etc. Me llamó la atención que tocaran sin el guitarra rítmico, desconozco el motivo, así que la formación para ese concierto fue Morfi a la voz, Jordi "Subidas" al bajo, Raúl Pulido (hijo del difunto batería Juan Pulido fallecido en 2010) a la guitarra, y Boliche (Ex Subterranean Kids) a la batería. 

Nos encontramos con un Morfi que anda ya cerca de los 60 años, por lo que ya no pega esos enormes botes ni sale a escena como si tuviera ataques de epilepsia como hacía en antaño. Aparte (como fue el caso en la sala Garatge en 1993 subiéndose a los amplificadores y metiéndose el micro por el culo), sigue provocando, pero de una forma más sutil. Donde sí que no ha perdido ni un gramo de fuerza es en la desgarrada voz que le caracteriza, pues empezó el concierto de la misma manera que lo acabó, sin decaer en ningún momento. 

Raúl incombustible y con buena técnica a la guitarra supo defenderse muy bien, ya que no es fácil salir a escena a substituir al difunto Tío Modes ("Metralleta") fallecido en 2004. A modo de curiosidad, no tocó como lo suele hacer con la misma Gibson Les Paul Custom asesina del Tío Modes, sino con una Gibson SG (modelo que está más que popularizado por Angus Young de AC/DC). Jordi "Subidas" a las 4 cuerdas tocando siempre con precisión y justo al tiempo, y del batería Boliche, como todo el mundo sabe salido de la cantera hardkoriana barcelonesa, decir que estuvo imparable con los tambores. 

La sala no estuvo del todo llena, por lo que se pudo ver el directo desde primera fila sin problemas. Siempre he pensado que es un lujo poder ver a grupos de calidad y que no arrastren grandes masas, ya que así los puedo disfrutar a mis anchas. El sonido fue espectacular, se entendía perfectamente la música y la voz y hubo pogo constante, sobre todo en los temas clásicos, en los que posteriormente Morfi se daba un paseo dándole la mano a los asistentes, por lo que el ambiente fue inmejorable. 

Noche Trapera por todo lo alto ofrecida por los pioneros del Punk en la Península (aunque dicen la malas lenguas que los de la Trapera nunca supieron lo que era el Punk porque ellos eran barriobajeros de verdad). Terminaron el show con la célebre "Ciutat podrida", único tema con texto en catalán de la banda compuesto en la última etapa del franquismo. En definitiva, tal como declara el mismo Morfi: "Rock and Roll por cojones". 

Selu.

domingo, 13 de mayo de 2018

Crónica Bishops Green/Grade 2 BCN (4-5-2018)


Bishops Green- Grade 2- Furies. Sala Estraperlo (Badalona). 

A lo tonto hacía ya un tiempecito que no sacábamos la cabeza en el templo del punk, es decir, en la mítica sala Estraperlo de Badalona. Esta vez era para poder ver un buen concierto de Oi con los canadienses Bishops Green y los británicos Grade 2 acompañados de los madrileños Furies. A los de Vancouver los vi hace cuatro años en la Rocksound de la calle Almogàvers y a los Grade 2 este agosto en el Rebellion Festival de Blackpool, pero las ganas de volver a ver a ambos continuaban siendo muy grandes. 


Entramos en el momento en que estaban haciendo el cambio de banda tras tocar los madrileños Furies y cabe decir que ese momento se eternizó bastante. Los Grade 2 probaban y probaban y parecía que el técnico de sonido no acababa de dar con la tecla correcta, al menos para el gusto de los ingleses, que no paraban de indicarle que subiera el volumen o que modificara tonos referente al bajo y a la guitarra. 

En cuanto a su actuación, pese a no haber demasiado público, fue bastante brillante. Tocaron 14 temas de los cuales 6 fueron del último CD y el resto fue un repaso de su discografía. Sonaron bastante potentes y para el escaso público que había, se lo curraron mucho y le pusieron ganas y empeño. 


Grade 2 son un trío formado por el batería que es de color, el guitarra que es un larguirucho y el bajo-cantante que tiene una pinta de inglés que tira para atrás. Son muy jóvenes, yo diría que tienen veintipocos los tres. Destacar que durante su actuación tanto los componentes de Furies como el cantante de Bishops Green rondaban por ahí en primera fila disfrutando y no perdiéndose detalle de lo que sucedía encima de las tablas. 

Una vez acabado el Oi de los de Uk, subían al escenario los canadienses Bishops Green y el concierto me dio la impresión que se fue cociendo a fuego lento, es decir, tanto el público como la banda fueron de menos a más claramente. 


La cosa empezó tranquila y cada vez se animaba más todo, la banda se lo curraba más y el público también lo agradecía, un público en mayor número pero sin llegar a la mitad del aforo. Fueron 13 temas donde repasaron su discografía, el sonido no estuvo mal pero no me pareció tan bueno como con los Grade 2

El cantante por momentos me recordaba al difunto Micky Fitz de los Business en el sentido de no moverse mucho pero haciendo algunos gestos y carotas junto a bromas con los miembros de la banda muy de su estilo. Eso sí, el frontman de los Bishops llama mucho más la atención al llevar toda la cabeza y los brazos tatuados. 



En resumen, un concierto bueno de los de Vancouver, sobre todo en la parte final, pero me dieron mejor impresión hace 4 años, quizás porque la sala era más pequeña o porque era la primera vez que los veía, eso ya no lo tengo tan claro. Eso sí, no voy a quitarles ningún mérito y los continúo considerando como una de las mejores banda de Oi del momento, quizás como comentaba a la salida del concierto con mi compañero, no tienen ningún tema de 10 pero todos son notables, es decir, de 7 u 8. 

¡Hasta la próxima, Oi! 

Germán.