domingo, 20 de enero de 2019

Doble reseña libro Evaristo (La Polla Records)


Qué dura es la vida del artista. Un anecdotario sobre La Polla Records. Evaristo Páramos Pérez. Desacorde Ediciones (2018). 289 págs.

(Reseña por ALM Blog

Llevaba esperando un libro como éste o parecido, desde el mismo día en que La Polla anunciaron su separación o incluso antes. Por tanto, no hace falta que incida en la gran expectación que creó en mí su salida. Me lo leí o, mejor dicho, me lo devoré, en un día y medio. En la obra hay dos “tipos” de capítulos bien diferenciados por el color de fondo del papel: uno, son los capítulos en los que el Evas explica distintas historias genéricas sobre la banda; los otros, titulados Neuronas exprimidas y con fondo grisáceo, se centran más en los aspectos y pormenores que rodearon al grupo desde el punto de vista de lo que es o era la industria musical (mánagers, sellos, grabaciones, etc). 

El libro pienso que no va a defraudar a ningún seguidor/a de La Polla Records y del punk en general. Al principio cuesta un poco adecuarse al lenguaje del Evaristo, pero a medida que vas leyendo el anecdotario sobre la banda, los relatos te van enganchando e incluso te dejan con ganas de más. Y es que ésa sería la única pega que yo le pondría a la obra. Se agradece el esfuerzo hecho por el Evas y más tras ver el desfase que llevaba en aquellos años, entiendo que cueste recordarlo todo, pero como decía, el libro es altamente adictivo y cuando lo terminas, yo al menos me quedé con una cara así como diciendo: ¿ya? ¿No hay más? ¡No puede ser! 

Y es que la obra y milagros de La Polla Records a lo largo de sus 24 años de vida opino que pueden dar mucho más de sí. Así que, vamos, Evaristo, exprímete los sesos y cuéntanos más cosas. Si es necesario, organizamos un crowdfunding de esos y te pagamos las sesiones de hipnosis. Ahora en serio, he encontrado a faltar muchas cosas, por lo que creo que aún está pendiente que alguien revisite la historia de La Polla Records como es debido. Si el Evas u otro componente original del grupo no puede hacerlo o no quiere, espero que algún plumilla bueno y legal se lance con el proyecto con el beneplácito por supuesto de Los Pollos, pues obviamente sus testimonios son necesarios. 

Volviendo a Qué dura es la vida del artista, todo el anecdotario en si es una pasada. Me es imposible destacar alguna historia en concreto, aunque diré que, por ejemplo, la que se refiere a los Eskorbuto, me costó pillarla un poco al principio por la peculiar manera en la que escribe el Evas y por no nombrarlos directamente. El Evaristo además reparte estopa contra mánagers, técnicos de sonido, casas de discos, maderos, nazis… pero a excepción del Jokin, no hay nada negativo (sino todo lo contrario), hacia sus ex colegas de batalla, lo que me hace pensar que una vuelta puntual a los escenarios de La Polla puede que sea posible (ojalá). Por lo demás, el libro es más que recomendable aunque me reafirmo en lo dicho anteriormente, una segunda parte o una biografía de todo el “conjunto” se hace necesaria también. En definitiva, con vuelta o sin ella, con otro libro o con lo que sea, espero que La Polla Records perdure en nuestros corazones de por vida… 

ALM



(Reseña realizada por Germán). 

A los que somos seguidores de La Polla Records el mayor sueño sería que la banda regresara a los escenarios, muy difícil que suceda, otro gran deseo era leer algunas anécdotas de sus 24 años de existencia. Precisamente este último deseo es el que se nos ha coincidido con puño y letra del Evaristo, su carismático cantante que ahora ejerce en Gatillazo desde hace unos cuantos años. 

Un poco la sensación que se me queda al acabar el libro es que se he disfrutado mucho pero se me ha hecho corto. Hay muchos capítulos (hasta 95), pero en muchos de ellos solo escribe quince o veinte líneas presentando la situación y deja un poco que el lector se haga una idea aproximada de cómo sucedió el resto de la anécdota. Referente a conciertos y viajes, se explaya sobretodo en los que realizaron por Italia y por Sudamérica (Argentina, Uruguay, Chile). No esconde para nada alguna de sus grandes borracheras y pedos ya sea en conciertos, grabaciones, entrevistas o cualquiera de los actos a los que tenían que enfrentarse los músicos. 

Incide mucho en la nula idea que tenían los miembros del grupo para tocar los instrumentos y la cantidad de horas que tenían que dedicar a ensayar para que la cosa saliera decentemente (cosas que los vecinos de su pueblo dudaban encarecidamente). También explica varias movidas tras colarse nazis y querer boicotear el concierto por las letras que cantaban, así como sus más y sus menos con los que subían al escenario a no a cantar ni bailar, sino a tocar las narices a los músicos. Y el tema que repite en varios capítulos y yo le entiendo a la perfección, es el de tener que aguantar la moda de los escupitajos de las primeras filas del público en los conciertos, que era algo de lo más punk del mundo en los 80. 

Es un libro donde Evaristo aprovecha para quitarse alguna espinita que llevaba clavada, particularmente me llama la atención la caña que le da al promotor que les lleva a Argentina y la cera que le da a Jokin, uno de los guitarras que pasó por La Polla en su última etapa sustituyendo a Charly. Otra de las cosas curiosas es el mal sabor de boca de Evaristo en el primer directo que sacaron, grabado en la sala Ilargi de Lakuntza, a mí me parece un directo tremendo pero Evas se queja que fue un concierto muy soso y que la gente apenas se movió ni gritó (quizás para no fastidiar el sonido de la grabación). 

Creo que más o menos explica bien el episodio del mítico concierto en San Isidro´86, explica según su punto de vista lo del Rock Radikal Blasco (como lo bautiza él), pero encuentro a faltar la opinión de las otras bandas acerca de la etiqueta que les pusieron (seguro que en los festis lo comentaban ampliamente entre los grupos que compartían escenario). Un punto que hubiera estado muy bien aclarar mejor es el tema del robo de la guitarra con Eskorbuto. Entiendo que como los implicados ya no están vivos es muy ventajista y prefiere no entrar en el tema, pero sinceramente ese episodio hubiera estado bien que se quedara bien aclarado por alguien de una santa vez. 

En fin, es un libro imprescindible para los seguidores de La Polla, como dice Evaristo, no es el mejor libro del mundo pero hay por allí porquerías peores. Ahh y por cierto, en las entrevistas de promoción repitió que podía haber escrito unas cuantas cosas más, pues eso, si La Polla no regresa a los escenarios, al menos que aparezca algún otro libro de anecdotario. 

Germán

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