Como cada año, a principios de agosto llega la cita más esperada para mí desde que vivo en Inglaterra: el Rebellion Festival. Tras cada edición siempre me digo que ya está, que no voy más, que es la última. Me digo que no vuelvo porque pienso que ya no me van a sorprender más, pero no, cada año el Rebellion se reinventa a sí mismo y logra atraparme a base de bien. Una crítica que escucho a menudo es la de que se repiten demasiado, pero si te estudias bien el cartel de bandas, verás que no es del todo cierto pues la oferta es inmensa y hay donde elegir de sobras. Si se hiciera un seguimiento a 100 personas que fueran los 4 días que dura el evento, es más que probable que much@s de ell@s no llegarían a verse apenas los caretos según el itinerario que escogieran o los gustos que tuvieran. Los que se repiten son los que solo van a ver a las bandas clásicas, y aquí me incluyo yo un poco. Pero es que nunca me harto de ver una y otra vez a los grupos que me marcaron cuando empecé a escuchar punk!! A su vez, intento, en la medida que puedo, ver siempre algunas de las nuevas propuestas que van apareciendo, pero es que el Rebellion es una puta locura y tod@s los que han estado alguna vez lo saben, por lo que es muy complicado ver a todas las bandas que quieres sin morir antes o durante el intento. Aparte, ya sabemos en lo que se ha convertido la música en estos tiempos que corren de internet en los que oyes de todo, pero en realidad, no te quedas con (casi) nada… Bueno, vamos ya con la crónica del primer día de mi Rebellion.
Me estrené en el escenario Casbah. Este escenario había sido al aire libre las dos anteriores ediciones del festival, pero este año todas las salas volvían a ser cubiertas. Una pena, porque a excepción del viernes, que llovió algo por la mañana, en el resto de días la temperatura en Blackpoool fue más que buena “gracias” al cambio climático y a esa ola de calor que azota el Reino Unido y que dicen que va a durar hasta octubre. Para flipar!! El escenario Casbah en antaño se llamaba Olympia y contaba no con uno sino con dos escenarios (uno grande y otro más pequeño). La acústica era muy buena, que es lo importante. Como decía, me estrené aquí con los System of Hate, una banda de Dark Punk, como ellos mismos se definen, que me recordaron un poco a los Killing Joke. Aunque creo que en el pasado llegaron a tener teclados en la formación, en este concierto no hubo. Sonaron muy bien el rato que los estuve viendo.
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System of Hate |
Tras pegar algunos tumbos de escenario en escenario, el siguiente grupo que vi un poco fueron The Splash, un trío inglés que le daban al hard-core melódico. Sonaron bien, pero yo volví al Casbah para ver a las Soap Girls, un trío de Sudáfrica con un sonido bastante nueva olero y una impactante puesta en escena. Me encontré a la bajista y a la guitarra el día siguiente y aún iban vestidas igual que durante su actuación, por lo que la gente no paraba de pedirles fotos… Tras ellas, cambio total de estilo con los Arch Rivals, una de las pocas bandas de Street Punk/Oi que vi este año. Y la verdad fue que me gustaron bastante. Nada de sonido machacón y pesado, sino que caña pero con mucha melodía y unos buenos coros también, cosa que me encanta. Según dijeron, acababan de sacar un nuevo disco no hace mucho y no me extrañaría verlos subir en popularidad en breve, pues se lo curraron mucho y tuvieron una muy buena respuesta por parte del respetable.
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The Splash |
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Soap Girls |
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Arch Rivals |
El jueves fue definitivamente el día de los grupos americanos de hard core melódico o del rollito
Fat Wreck. Aunque no soy muy fan tampoco de este tipo de sonidos, he de reconocer que cuando veo bandas de este palo en directo, por lo general, me lo suelo pasar bien. En el Rebellion, según el grupo que vayas a ver, te puedes llegar a sentir muy joven o muy viejo, y yo ese jueves, siempre que iba al Empress escenario, me sentía bastante pureta…
The Lillingtons fueron a los primeros que vi y me sorprendieron muy gratamente. No tenía apenas referencias de ellos y tampoco los había oído en la red, por lo que esa tarde en Blackpool fue mi bautizo de fuego. Cojonudo punk rock influenciado dicen por los
Ramones. Aunque algún tema sí que recordaba claramente a los neoyorquinos, opino que
Lillingtons van más allá con su estilo, pues cuentan a su vez con canciones más tranquilas o con un toque algo más triste o melancólico, punteos, etc, vamos, que son otro rollo. Estoy escuchando ahora su álbum
Stella Sapiente y me está flipando mucho. Muy buena nota para ellos! Cuando acabaron, por suerte para mí, pude pillar la parte final de la actuación de los
Svetlanas en el Casbah, por lo que vi por primera vez el pogo en el festival y encima en su mayor esplendor: esto es, peña loca bailando, desparramándose por el suelo, haciendo castillos, etc. Y es que con esta banda no pasa nada si no los conoces, pues es imposible que no te impacten aunque sea solo viendo el show que se monta arriba la cantante. Por los gestos que hace, me recuerda un poco a nuestro
Evaristo Páramos pero en versión femenina.
Svetlanas tienen tolerancia 0 con los fascistas y los grupos que permiten a nazis en sus conciertos. Recientemente, durante una gira por los USA, tuvieron una movida con la banda que acompañaban en dicho tour por precisamente no obrar en consecuencia cuando aparecieron unos nazis en un bolo, y es por ello que inmediatamente decidieron dejar la gira. Un diez para ellos!!
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The Lillingtons |
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Svetlanas |
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Castillos |
Tras Svetlanas vino otro momento de ver cachos de conciertos sin ton ni son. Red Light Rebels serían la versión inglesa de los Anti-Flag. El rato que los vi, se lo curraron muy bien. A los siguientes que vi ya enteros fueron a The Lawrence Arms. Ya digo que no estoy para nada puesto en la escena americana “modernilla”, pero por lo que había visto en la red y me habían dicho, en principio, este grupo se suponía que iba a pegar mucho. Para empezar, contaron con bastante menos público que los Lillingtons, dato que ya de por sí dice mucho. Y tras ver su concierto, lo entendí. No estuvieron mal, pero en mi opinión no superan ni a los Lillingtons ni a los Menzingers, que fueron los que vinieron después. Su sonido ya me pareció además muy similar al típico sonido de muchas de las bandas que nos llegan desde los USA, por lo que no me acabaron de convencer del todo. Y es que el problema de los grupos made in USA es ese, que a menudo se parecen demasiado.
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Red Light Rebels |
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The Lawrence Arms |
The Menzingers ya fue otra historia. Aun reconociendo que llevan una onda bastante pop y comercial, me encantaron pese a que no se hicieron mi canción favorita, que es la de “Deep Sleep”. Me gustó el contraste entre las voces de los guitarras y los ritmos de los temas (unos cañeros, otros en plan medio tiempo). Creo que la propuesta de este grupo pega también con festivales indies como el Primavera y mierdas parecidas, pero les "perdono" y ya digo que me gustaron mucho. Tras ellos me fui a ver a una banda de la vieja escuela como son los TSOL. Jack Grisham, el cantante, nos sorprendió de nuevo con otro de sus habituales modelitos para salir a escena. Para esa noche escogió un llamativo traje de color rojo chillón que resaltaba aún más si cabe su enorme figura. Estuvo como siempre muy comunicativo con el público y recuerdo escucharle una larga perorata acerca de los políticos, me imagino que tras su paso por la política de partidos, se habrá desencantado más si cabe y habrá vuelto (espero) a sus orígenes. Los clásicos de la banda no faltaron (léase “Code Blue”, “Dance With Me”…), pero he de confesar que a mí me gustan también otros temas de discos menos conocidos, como por ejemplo, el Change today?, aunque sé que es casi imposible llegar a escucharlos en directo debido a que TSOL han tenido a lo largo de su carrera muchos cambios de orientación y de miembros, y me imagino que acordarán hacer un repertorio en el que todos estuviesen presentes, cosa que no fue el caso en dicho LP.
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The Menzingers |
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T.S.O.L. |
El penúltimo concierto que vi ese jueves fue el de los
Queers. A este grupo los vi en 2006 por partida doble, ya que tocaban ellos y luego hicieron de músicos de acompañamiento para el
Marky Ramone. La influencia ramonera en la música de los
Queers sí que es bastante evidente, aunque
Mugretone en su
Pogo en Togo no pensaba lo mismo. Recomiendo
leer su artículo "
¿Por qué los grupos ramonianos no se parecen a los Ramones?", que es algo parecido a lo de "
¿Por qué dicen The Clash cuando quieren decir Rancid?" Pajas mentales aparte, los
Queers se parecen mucho a los
Ramones y encima los versionean (“The KKK Took My Baby Away”). Por lo demás, la actuación de los
Queers estuvo muy concurrida y muy movidita por las primeras filas.
The Queers comenzaron como trío pero el guitarra terminó ocupándose solo del micro mientras que alguien (ni idea de quién era), se ocupó de las 6 cuerdas en el tramo final del concierto. Me da vergüenza recordar a l@s lectores que
Los Maricas no son un grupo homófobo, pero por si todavía hay algún despistad@, lo comento. Y lo digo además porque esta edición del Rebellion ha sido, o me ha parecido a mí, la que un mayor número de músicos gays/trans etc han participado. Y también, durante los 4 días pude ver a mogollón de gente entre el público mostrando abiertamente su sexualidad con total libertad. Y si no, que se lo pregunten también a
Pete Shelley de los
Buzzcoks. Esto es el punk, por supuesto!!
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The Queers |
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The Buzzcocks |
Precisamente, los Buzzcocks fueron la última banda que vi ese jueves en el festival tras no poder entrar a la sala donde tocaban los Theatre of Hate por estar ya completo el aforo. Era la cuarta vez que me reencontraba con los de Manchester y no sospechaba la que se me iba a venir encima. Y es que el repertorio de los Buzzcocks esa noche fue prácticamente el recopilatorio Singles Going Steady. Jamás hubiera imaginado que hubieran hecho un setlist tan centrado en lo antiguo, aunque algo ya me olí pues, por ejemplo, la de “Orgasm Addict”, cayó la tercera cuando otras veces que los vi era con la que terminaban en el bis final. Fue increíble. Por supuesto, l@s que estábamos abajo sudando la gota gorda celebramos todos los himnos que iban cayendo con un frenético pogo en el que la gente no paró de volar hacia las vallas. La única pega que hubo fue el sonido, que fue de mal a peor a lo largo de la actuación. No me esperaba que el sonido en un festival como el Rebellion hiciera aguas y además con una de las bandas cabeza de cartel, pero bueno, los coros de la gente solventaron bien esas deficiencias… En fin, el jueves ya estaba finiquitado con un glorioso e histórico concierto de los Buzzcocks que se van directos al “Oro” en mi medallero particular.
- Medallero. Oro: Buzzcocks. Plata: The Lillingtons. Bronce: Arch Rivals. Hojalata: sonido en Buzzcocks.
- También tocaron: Mad Caddies, Vandals, Lag Wagon, Drones, Restarts, Bad Cop/Bad Cop, Splodgenessabounds…
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