domingo, 22 de julio de 2018

Crónica Barna`n´Rock 2018


Llegaba la 3ª edición del Barna`n´Roll y por fin llegaba la vencida, esta vez por fecha y por grupos era la ocasión de conocer el festival. 

Como era un festival de horario muy temprano, esta vez decidimos hacer una previa de verdad y ya quedamos para comer toda la cuadrilla en el piso de una parte de ellos, así podíamos ir comiendo, bebiendo y escuchando buena música a partes iguales para ir calentando motores. 

Por votación popular, en gran parte motivada por el fuerte calor y la pereza que entra después de comer, decidimos renunciar a La inquisición y A Wilhelm Scream para llegar sobre las 18 h y poder ver a Gatillazo


Una vez pasamos los accesos de control vimos que la plaza principal del Poble Espanyol, que es donde está el escenario (un marco muy chulo), estaba casi vacía ya que la gente estaba en los laterales donde había sombra. Estaban haciendo el cambio de escenario y hasta que el grupo no empezó con los primeros acordes, la gente no ocupó las posiciones centrales. 

Salía Evaristo con la camiseta del Fluminense brasileño y empezaban a sonar las canciones habituales de la gira que llevan a cabo este año. Como disponían de poco tiempo los temas iban desarrollándose sin pausa y como siempre, las canciones de La Polla (“Lucky man for you”, “Jonhy” y “Odio a los partidos”), fueron las más coreadas. 

Evaristo como siempre muy activo, sin aparentar la edad que tiene y muy brillante en la jota final (donde tuvo recientemente un incidente al llevárselo la Guardia Civil por insultos a la Policía en un festival en Jerez). Esta vez, antes de arrancarse con la jota dijo: “¿Pero seré capaz de decir hijo puta policía?, porque decir hijo puta policía está muy feo, no se os ocurra nunca cantar hijo puta policía…” Total, que explicando la anécdota nombró el insulto como 6 o 7 veces y eso hizo que el público lo coreara varias veces antes de cantar la jotita y poner el broche final con “Odio a los Partidos”. 


Los siguientes fueron Crim, un grupo de Tarragona que me gusta mucho pero que aún no había tenido el placer de ver en directo. 

Buen concierto de menos a más, arropados por mucho público que cantaba sus canciones y es que estaba claro que tocaban ante su gente. Hicieron un repaso de sus grandes éxitos y tocaron las dos canciones nuevas de su nuevo EP. La que da nombre al trabajo, "Sense excusses", la anunciaron como una denuncia a la violencia policial del 1-O y dieron las gracias también varias veces al público por hacer que el festival cada vez fuera más grande y por poder tocar junto a grupos que a “ellos les flipan”, dijo literalmente Adrià, el cantante. 


A continuación los neoyorquinos Sick of it All fueron los que continuaron la jornada e hicieron un cambio de tercio total al sonido discurrido hasta el momento, pues se dio paso a un hardcore violento en donde se veían a unos grandes músicos interpretar los temas, pero claro, es un estilo que te tiene que gustar. Yo personalmente con 20 minutos ya me bastaba pues tanta velocidad y tanto grito gutural del cantante me saturaba un poco. 

La anécdota fue ver al guitarra Peter dando saltos y piruetas por el escenario mientras su hija Lucy, debe tener unos 6 años, con unos cascos para el ruido estaba delante del escenario mirando al público pero totalmente inmóvil como una estatua. 


Turno para Jello Biafra y su banda The Guantanamo School of Medicine. Se nota que el grupo tiene tablas y que Jello tiene su carisma, la gente lo miraba con gran devoción, sobre todo cuando entonó los grandes clásicos de Dead Kennedys como “California Über Alles”, “Holiday In Cambodia” y “Nazi Punks Fuck Off”. 

Comenzó con un chaquetón y una gorra que escondía una camiseta con el lema: “Trump Hates Me”. Empezó con mucho desparpajo y gestos sobre el escenario que poco a poco los fue reduciendo y es que se le nota que quiere agradar, pero por desgracia no está en la cuarentena ni en la cincuentena precisamente. 

Entre los amigos que fuimos al concierto el que menos nos agradó fue el de Jello Biafra, reconociendo que es un mito y que lleva una buena banda, pero los temas más actuales se notó que no gustaron en exceso a una buena parte del público. 


Se acababa ya el festival pero faltaban aún dos platos fuertes. Descendents ya eran los penúltimos en tocar. Salió Milo, su cantante, con una cantimplora a la que iba dando sorbos durante la actuación y quizás fue el momento con más lagunas en cuanto a recuerdos (el alcohol ya empezaba a hacer mella), pero me quedó la impresión que fue una actuación correcta, donde la banda no estaba especialmente activa o habladora, pero hicieron un repaso a los diferentes álbumes con muy buena interpretación del punk melódico como buena banda veterana que ya son. 


Y el remate final lo pusieron otros veteranos, en este caso del Oi británico, como son los Cock Sparrer. Debo reconocer que el concierto se me hizo cortísimo, empezaron con los clásicos “Riot Squad”, “Watch Your Back” y a partir de ahí fueron sonando todos los himnos a excepción de tres temas de su nuevo álbum Forever

El sonido fue de menos a más pero el público contentísimo de tener a estos mitos y más que se hicieran un repaso a los principales hits de su primera época. 

Un notable muy alto para estos ingleses que aunque ya mayores, se notan muy cómodos y muy a gusto con este oficio que empezaron por el ya lejano año 72. 

El resumen sería: un recinto con mucho encanto y con muy buen aforo; buenas bandas con mezcla de estilos, que quizás es lo que le hace diferente de otros festis; y el público también muy contento que haya un festival así en Barcelona, hermano del Gasteiz Calling de Vitoria, en el que quizás algún año se tendrá que ir a conocer que tal está. 

Germán

- Fotos: Germán y Xavier Mercadé.

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