miércoles, 27 de agosto de 2025

Catálogo de la escena cassette estatal 2024


- Reseña realizada por la gente de @labibliotecaskinhead

Editado por @cintasnomadas, este catálogo es un homenaje a un formato que parece pequeño, pero que guarda dentro una parte enorme de la memoria del punk y del DIY. Son entrevistas a distribuidoras que editan en cinta, todas con las mismas 7 preguntas, ordenadas en un índice alfabético que te permite saltar de una a otra como si rebuscaras en una caja de cintas de segunda mano. Empieza en 2014 y llega hasta 2024, pero lo mejor es que se sigue actualizando, como una colección abierta que nunca se termina. 

Lo bonito es que no se plantea como algo cerrado, sino como un material para circular. Te lo bajas en PDF, lo imprimes, lo fotocopias y lo pasas de mano en mano. Ese gesto, tan sencillo y tan de otra época, ya es en sí mismo una declaración de intenciones: la cultura no es mercancía, se comparte. 

Para mí el casete siempre ha tenido algo especial. Es el segundo formato que más consumo, por detrás del vinilo, y bastante por delante del CD, que nunca me dijo nada. La cinta me conecta con esa época en la que lo barato y lo cutre era lo que hacía posible todo: portadas fotocopiadas, sonido sucio, y ese momento en que la cinta se enganchaba y había que rebobinarla con un boli Bic. Hay algo de ritual en darle la vuelta, en escuchar los ruidos de fondo, en saber que lo que suena ha pasado de mano en mano antes de llegar a ti. 

Leyendo las entrevistas se nota que editar en cinta hoy es casi una apuesta perdida: no hay dinero, apenas apoyo, pero lo que hay es compromiso. Gente que lo sigue haciendo porque lo siente, porque cree que merece la pena que esa música exista también en un objeto físico. Y eso es lo que emociona: que en pleno 2025 todavía haya quien se empeña en mantener viva una forma de escuchar y de editar música que parecía condenada a la desaparición. 

Esto es memoria y resistencia. Es nostalgia, pero también presente. Y es la prueba de que las cintas no han muerto: siguen girando, aunque el mundo corra en digital. 

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