jueves, 19 de febrero de 2009

Loquillo vs Sabino



Un alto en el camino. Conversaciones con loquillo. Juan Puchades. Libros Zona de Obras/ SGAE (2001). 152 págs.

Loquillo y los Trogloditas, demasiado rockers para los punks y demasiado punks para los rockers. En ambos libros los dos autores señalan que tenían muchas influencias del punk y relatan los problemas surgidos con los talibanes del momento. Como en la anterior obra comentada, de nuevo aquí nos encontramos con una extensa entrevista a la figura de Loquillo en la que éste nos va relatando su vida, desde la más tierna infancia hasta el comienzo de su periplo musical. Dejando a un lado las sobradas que a menudo se mete el Loco cuando se pronuncia en público, he de decir que a mí desde siempre me han gustado Loquillo y los Trogloditas; no en todas sus épocas pero sí encuentro que tienen discos cojonudos. Tampoco los consideré nunca punks, yo era de los que pensaba que eran más r’n’r que otra cosa, pero me encantaban. También conocía el desencuentro de Loquillo y Sabino. Yo al principio era pro-Sabino pues leí antes el libro más abajo comentado que éste. Un alto en el camino me sirvió para tener al menos las dos opiniones de cada uno y poder contrastar (no me quedo con ninguno). Cuando salió esta obra aún seguían picados y ello se percibe rápidamente. Loquillo comenta que no leyó el Corre, Rocker de Sabino, pero yo creo que si no lo hizo alguien se lo tuvo que explicar con pelos y señales, pues en esta entrevista se defiende a capa y espada de todo de lo que era acusado por Sabino e incluso contraataca. Así es el Loco. Pero no solo Sabino sale en los textos. La biografía de Loquillo y los Trogloditas fue una historia llena de desavenencias, broncas, sexo, (muchas) drogas y cómo no, rock and roll. Se me ha hecho muy amena la conversación entre el periodista y Loquillo; dejando a un lado la vena tan pedante que a veces se gasta este personaje, el libro vale mucho la pena.


Corre, Rocker. Crónica personal de los ochenta. Sabino Méndez. Espasa (2000). 295 págs.

Pues lo que decía, este libro lo leí mucho antes que Un alto en el camino y la verdad que me gustó mucho. Eso sí, ahonda mucho en el tema drogas y ya sabemos todos lo morboso que puede ser para algun@s ese tema. Está clarísimo que a la gente siempre le atraerá más una historia como la que cuenta Sabino, llena de movidas y desfases por las drogas, que la de otro músico sin una vida tan “ajetreada” por muy bueno que sea. Esto ya sabemos que a veces lleva a la mitificación de según que historias y no voy ahora a soltar un rollo sobre lo que hacía a much@s engancharse antes y ahora a según que substancias. Yendo de nuevo a la obra, decir otra vez que me encantó y que son numerosos los pasajes en los que descubrirás a un Sabino Méndez tan buen escritor como lo era componiendo. Son muchísimas las anécdotas narradas aquí, pero me quedo con la que explica de Johnny Thunders. No la debería de contar pero lo haré… Resulta que venía a actuar Juanito Trueno a la ciudad Condal y había un yonqui muy colega de Sabino al que le gustaba mogollón su música. El tema era que no le querían dejar pasta para que fuera al concierto porque sabían de sobra que se la iba a gastar en jaco; tampoco querían comprarle directamente la entrada por temor a que la reconvirtiera en caballo. En definitiva, que se quedaría sin ver a su ídolo. El mismo día del show, poco antes de que éste empezara, estando toda la trouppe de yonquis en su zona de siempre (Sabino incluido), vieron aparecer con asombro al mismísimo Johnny Thunders hombro con hombro de ese colega yonqui que quería ir a verlo, y es que Juanito Trueno en su afán de “ponerse de lo que más le gustaba” fue a parar sin saberlo a la zona donde estaba ese fan que lo quería ir a ver… En fin, como éstas hay unas cuantas pero también analiza muchas otras cuestiones más profundas y personales relacionadas con su grupo (a Loquillo no lo deja muy bien que digamos) y esos 80 tan agitados que le tocó vivir. Lo dicho, hiper recomendable. Está en edición de bolsillo y se encuentra fácilmente por menos de 10 €.

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