sábado, 16 de julio de 2022

Reseña de la biografía de Animal (Antinowhere League)


Animal. We Don’t Serve Your Kinder. Nick Culmer. Michael Terence Publishing (2021). 299 págs. Inglés. 

Aquí tenemos las memorias personales del cantante de los Antinowhere League. ANWL son un grupo con el que es difícil mantener la equidistancia, o los odias, o los amas. A mí me gusta sobre todo su primer LP y después ya cosas sueltas. Aunque no soy muy fan de las bandas de letras y actitud tan macarras, he de reconocer que si hay un punto de humor de por medio, algunas como es el caso no me desagradan del todo. ANWL arrastran polémica desde siempre y hay que reconocer que no son precisamente muy políticamente correctos. Pero opino que tomarlos en serio y mosquearse por alguna de sus letras es perder el tiempo, la verdad, pero bueno, allá cada un@. Eso no quita que tengan cosas muy reprobables que yo no defiendo, por supuesto. Bueno, aquí os voy a hacer un pequeño resumen de las andanzas del Animal y su grupo. 

Animal solía trabajar en una granja y fue ordeñando vacas y dando de comer a los cerdos como conoció el reggae. Tras un tiempo militando en el movimiento Skinhead, después se hizo Teddy Boy. Finalmente, su afición por las motos hizo que se convirtiera en un motora y que pasara a formar parte de diferentes clubs de moteros. Desde muy jovencito, Animal no paraba de meterse en problemas (peleas sobre todo), y debido a esto acabó pasando unos meses en una cárcel para jóvenes. El estallido del punk le pilló en el talego. Animal se fue un tiempo a los USA y Canadá para desconectar un poco de la vorágine negativa del club de motos donde andaba metido (The Chosen Few, quienes eran puros drogotas y delincuentes) y tras volver, estando en un pub una canción le dejó gratamente impresionado: El “Peaches” de los Stranglers. Ahí su vida dio otro vuelco. Tras los Stranglers vendrían los Clash, X Ray Spex, los Sex Pistols… y a partir de ahí fue ya dejar los Chosen Few y empezar con los ANWL. Era 1980 y Animal contaba con 24 años.

Aunque no fue la original, la formación clásica por la que casi todo el mundo conoce a los ANWL es la compuesta por Animal, Magoo, Winston y PJ. Describir a sus miembros más el mánager os dará una idea de lo que eran… Winston era un violento y un hijo de puta en potencia. Un bully con pinta de gay que no paraba de hacer bromas pesadas y es por ello que, tras todo lo que explica Animal sobre él, a mí personalmente me ha acabado cayendo muy mal. De hecho, Animal opina que su apodo tendría que haber ido para él, ya que le pegaba más (Animal se hacía llamar al principio Crash Course). Magoo era de derechas y xenófobo (aunque Animal nunca utilice dicho adjetivo). A su favor he de decir que, tras pipear en su Facebook, hoy día es abiertamente anti Tory (el PP británico) y anti Nigel Farage (el equivalente inglés del Abascal). Menos mal. PJ, acrónimo de Persian John, era iraní y acabó teniendo muchas desavenencias con la banda por su adicción a la farlopa y, según el Animal, por un profundo resentimiento que arrastraba y que hacía que muchos de sus problemas con la gente los achacara a que eran por su raza. Hablando de PJ y volviendo a las polémicas que arrastran los ANWL, no en el libro sino en el documental que salio en 2019 sobre el grupo, Animal explica que en su primer concierto con ellos, a PJ le hicieron ponerse un pasamontañas para que no se dieran cuenta de él los skinheads racistas que solían seguir a la banda en sus comienzos y así, no perderlos como seguidores!! Para terminar, el manager, John Curd, judío que llegó a ostiar tras una discusión al Malcom McLaren, cosa que al Animal le pareció bien, pues el ex mánager de los Sex Pistols le trató de muy malas maneras un día que fue a visitar su famosa tienda de moda Sex. Eso sí, como “buen mánager”, les timó todo lo que pudo y más. 

La primera gira de los ANWL fue como teloneros de los Damned tras ofrecerse a ellos y pagar una cantidad de dinero al Rat Scabies. Se rebajaron a base de bien, pero mirándolo por el lado positivo, el tour hizo que más gente comenzara a conocerlos. Los primeros singles van cayendo más su primer y mítico LP We Are… The League, lo que hace a la banda empezar a encabezar sus propias giras dentro y fuera de Inglaterra. ANWL no se llevan bien con casi ningún colega de profesión, pero eso no fue impedimento para que consiguieran de segunda mano los amplis de Steve Jones y Sid Vicious, o le pillaran en una ganga la batería al Topper Headon (le acababan de echar de los Clash por yonki y por tal motivo, necesitaba pasta). No hay ninguna referencia a los conciertos que hicieron en los 80 por el estado, así que no sale la movida que les ocurrió en Lasarte en 1983 (ver foto abajo extraída del fanzine NDF), pero he de decir que casi todas las historias sobre tours y bolos van en más o menos la misma línea: sexo, drogas, bronca y punk rock. Con este tipo de “anécdotas” te lo pasas muy bien cuando las lees desde fuera, otra cosa es sufrirlas en primera persona. El libro me ha gustado pero reconozco que he terminado un poco saturado de leer casi lo mismo todo el rato. Pero en fin, así eran los ANWL. Las giras por Rupert The Bear (como llamaban a los USA) se llevan la palma en todo. Hasta los Ramones sufrieron las putadas del Animal y sus chicos. Otro ejemplo muy significativo que da una buen idea de lo que eran los ANWL sería que, al girar junto a los Uk Subs, algunas historias coinciden con las que explica Alvin Gibbs en sus memorias (comentadas aquí). Pues bien, si a los Uk Subs les hacían pillar taxis para desplazarse aunque fuera solo una distancia corta debido a la criminalidad que por aquellos tiempos había por diferentes ciudades de los Estados Unidos, los Antinowhere League, en la misma situación, tenían que andar sí o sí, pues no podían tomar un taxi porque eran los mismos taxistas los que los rechazaban siempre al ver la pinta de Mad Max que se gastaban.


Así hasta que llega la decadencia del punk a finales de los 80 (únicamente los GBH y los Exploited aguantaban dignamente según el Animal), y el momento de la aberración llamada Perfect Crime, cuando las pintas de los ANWL pasarán del punk motero, a ser una copia mala de los Duran Duran. Las desavenencias dentro del grupo, la ruina económica y el desfase harán que los ANWL cuelguen las botas en 1989. Animal acabó conociendo a su actual mujer que fue la que hizo que saliera de las drogas y se limpiara. El parón duró apenas tres años, ya que en 1992 los Metallica (y eso que al Animal no le gustaba el metal), devolverán a la banda a la palestra tras versionar el “So What”. Tras esto, Animal revive el grupo y aunque las fatalidades nunca les dejan de pasar, el tono de todo va poco a poco menguando. Una cosa que me ha sorprendido mucho es que, con según que historias, Animal no se corta en dar nombres, pero sin embargo, cuando managers o promotoras les estafan, a veces no suelta mucha prenda. La respuesta la da al final cuando comenta que, por razones legales, o por otros temas personales con los miembros de la banda, muchas cosas se las ha dejado en el tintero. Por ello me imagino que tampoco sale narrada la movida que le ocurrió en 2019, cuando en una pelea casi la palma cuando le rajaron el cuello y la cara. No sé los detalles del incidente, pero uno de los trabajos que el Animal hacía entre concierto y concierto, aparte del de la construcción, era el de segurata en garitos, así que no me extrañaría nada que fuera una movida relacionada con ese curro…

En definitiva, me ha gustado mucho el libro aunque pienso que, tras leerlo, la mala fama y las polémicas que desde siempre acompañan a los ANWL aumentan en lugar de bajar, así que no recomiendo la obra a gente que no le gusten precisamente las letras y el humor tan hiriente que se gasta la banda. Si alguien aún tiene dudas sobre ellos en según qué asuntos, racismo por ejemplo, decir que fisgoneando por la red, he descubierto que una de las hijas del Animal está casada con un famoso presentador de la tele inglesa que es de color. Ahí dejo el dato. Dicho esto, reconozco que si cantaran en castellano, al igual no me gustarían tanto esas letras tan garrulas… Bueno, y para terminar, deciros que parece ser que al Animal le ha entrado el gusanillo de ser escritor y recientemente ha publicado su primera novela de ficción, interesad@s, aquí tenéis el enlace. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Gran reseña!

Felicidades, y gracias, por seguir con el blog.