domingo, 2 de diciembre de 2018

Crónica The Damned (29-11-2018)



The Damned- Johnny Moped. O2 Academy (Liverpool). £ 30 

Vaya mosqueo que me pillé cuando vi el precio de la entrada del concierto de los Damned en Liverpool. Los Cockney Rejects tocaban a su vez cerca de casa por 10 pavos menos, pero entre los putos gastos adicionales de la compra por internet de la entrada más el billete de tren, la cosa me salía más o menos por 30 libras también, por lo que al final opté por ir a ver a Los Malditos ya que además, a los Rejects, los voy a ir a ver dentro de un par de semanas. Eso sí, intenté por todos medios y con todo mi morro “mendigar” un descuento o que me metieran en alguna lista de invitados, pero según el Facebook de Johnny Moped, la lista estaba completa!! A su vez, sopesé la posibilidad de presentarme en la sala en plan “Hi, I’m Ei El Em Blog, let me get in”, pero seguro que no hubiera colado… En fin, para una puñetera vez que viene algo interesante a Liverpool y, sobre todo, para una puñetera vez que da la casualidad que no curro ese día, pues me decidí al final por ir y pagar el impuesto (contra) revolucionario que costaba el bolo. Total, para diez conciertos que voy al año… 


Las cosas como son. Si los Damned ponen el precio que ponen es porque desde la salida de su último disco lo están petando. Cuando llegué al garito, me fui ingenuo de mí a la sala más pequeña y el de seguridad me tuvo que dar el toque y decirme que el concierto era en la grande. Me quedé flipado, pues siempre pensé que los Damned no tenían mayor tirón que los Stiff Little Fingers, y estos siempre que tocan en Liverpool van a la sala pequeña que tiene una capacidad para unas 500 personas. Los putos y peseteros Damned calculo que metieron esa noche en la patria chica de los Scousers unas 1000 personas o así, casi las 1.200 personas del aforo con el que cuenta la sala grande del Academy. Increíble!! Por tanto, muy buen ambiente y mucho postureo, pues much@s decidieron ponerse sus mejores galas para esa noche, aunque cómo no, las boinas rojas del Captain Sensible ganaron por goleada a los cardados góticos. 



Paul Haldford aka Johnny Moped fue el telonero para la ocasión. Sabido es que el Captain Sensible y él coincidieron ya en los Genetic Breakdown, que fue el primer nombre que tuvo el grupo antes de que se lo cambiaran por el de Johnny Moped and The 5 Arrogant Superstars. Ambos han mantenido la amistad a lo largo de los años y en alguna ocasión incluso han llegado a colaborar juntos (en el proyecto en solitario del Sensible). Y encima ese día era su 65º cumpleaños, por lo que el público le cantó el “Happy Birthday” y en la recta final de su actuación, el Captain Sensible apareció en gallumbos rojos y le regaló un ramo de flores a la par que colaboró en una canción. No lo tenía apenas oído, por lo que diría que prácticamente esa noche fue mi primera vez. Sonaron algo básicos pero muy marchosos, por lo que pienso que la gente más o menos disfrutó con el show. Johnny Moped se veía súper pureta, pero aún así le puso mucho ímpetu y me hacía gracia cuando se ponía a dar saltitos de viejales… Buena nota para él. 



The Damned salieron a escena puntuales. Ésta era exactamente la 10ª ocasión en que los veía (la primera vez fue en 2001). Los Malditos dieron el pistoletazo de salida con un tema de su último disco, “We’re So Nice”, una canción que me encanta pero que es bastante tranquila, de ahí a que no sea de esos cortes explosivos que hacen que el pogo aparezca al momento, recurso que muchas bandas de punk suelen utilizar para entonar a la audiencia ya desde los primeros acordes. Con “Born To Kill” se animó más la cosa y empezó el movimiento por las primeras filas. “Democracy” es un temazo y es muy cañero, pero no es de los primeros tiempos del grupo, por lo que el pogo continuó siendo muy tímido y reducido. “Dr. Jekyll and Mr. Hyde” y “Standing on the Edge of Tomorrow” (SOTEOT) fueron las siguientes, pero ambas, aunque muy buenas canciones, son muy reposadas, por lo que much@s aún pudieron seguir disfrutando por las primeras filas sin miedo a que las avalanchas pogueras se l@s llevaran por delante. 


“Wait For The Blackout“ ya es uno de los himnos indiscutibles, por lo que a partir de ahí el baile, que no el pogo, ya sí que se hizo más o menos constante y masivo por el frente del escenario. Y el bailoteo no cesó con los siguientes temas que también pertenecían al The Black Album y que, curiosamente, en el disco van seguidos también. Todo quisqui disfrutaba, pero estaba claro que la artillería pesada estaba aún por caer… Por lo que a mí respecta, el show me estaba gustando y no hace falta recordar lo bien que sonaba todo y lo bien que los Damned ejecutan su trabajo, pero por otra parte, me parecía todo como demasiado “light”. En otras ocasiones el setlist lo hicieron con más alternancias (caña-psicodelia-caña), pero esa noche sin duda era mejor guardarse las fuerzas para la recta final… 


“Alone Again Or” (incluida en el Anything), fue la versión de la noche (es original de los Love y pega muy bien con el estilo de los Damned), aunque otra vez, es demasiado tranquila, por lo que yo hubiera metido otros covers más cañeros como el “I Feel Right”, “Looking At You” o la de “Jet Boy, Jet Girl”. Aunque me gusta, agradecí que no cayera esta vez la de “Eloise”, pues entonces ya todo hubiera sonado como demasiado popero. “The History of the World (Part 1)” dio paso a la esperada segunda mitad del concierto, en el que la crème de la crème iba a caer. Antes por eso sonó la de “I Don’t Care”, temazo perteneciente al último trabajo de la banda que me encanta. En canciones como ésta o la mítica “Curtain Call”, que cayó después, se aprecia bien las excelentes dotes del Vanian como cantante, el cual es un auténtico punk-crooner. “I don’t Care” y “Curtain Call” son además temazos que me chiflan porque van de menos a más, comienzan muy tranquilitos y al final viene el éxtasis, el júbilo y el súper pogo… 


Desde el “Love Song” hasta el final (ver foto arriba del setlist), fue ya un no parar y un desfase total. Los que aún hibernaban despertaron y las primeras filas se convirtieron en tierra quemada para tod@s aquell@s que hasta entonces habían estado tranquilos y sin ser molestados contemplando la parte psicodélica de la actuación de los Damned. El pogo los barrió de las vallas y el desenfreno se apoderó de la pista. Valió la pena esperar el subidón. El dejar la parte más punk para el final hizo que el público estuviera más ansioso que nunca y joder, solo l@s que estuvimos ahí metidos sabemos lo que disfrutamos y cómo se sudó la gota gorda. Increíble! The Damned se hicieron dos bises, destacando que la de “Ignite” la alargaron lo suyo (al igual que anteriormente el “Neat, Neat, Neat”), y que la gente se quedó coreando lo de Uohhoh, Uohohoh incluso cuando el grupo se fue del escenario. 


La apoteosis llegaría con “There Ain’t No Sanity Clause” (estaba claro que caería debido a las fechas que son), y la grandiosa e inefable “Smash It Up” como colofón, donde tod@s l@s pogueadores/as quemamos nuestras últimas energías y nos ganamos con méritos propios una buena ducha de vuelta a casa. En definitiva, disfruté de la actuación de los Damned, aunque como siempre me ocurre, yo hubiera variado algo el repertorio y habría incluido otras canciones que me gustan más y que eché en falta, como por ejemplo, la de “Melody Lee”, “Just Can’t Be Happy Today”, “Generals”, “Disco Man”o “Anti Pope”. Sin desearles nada malo, ahora solo espero que baje un poco el “boom” Damned y así quizá el precio de la entrada la próxima vez no será tan caro…

No hay comentarios: