lunes, 21 de noviembre de 2022

Crónica de Steve Drewett sobre el concierto que dieron los Newtown Neurotics en Madrid en 2009


Newtown Neurotics en Madrid

Gracias a Steve Drewett por currarse este relato con sus memorias del concierto que los Newtown Neurotics dieron en Madrid en mayo de 2009. VIVA LA NEWTOWN PEOPLE!!. 


Sábado por la mañana (30-05-2009)

A medida que avanzaba la facturación, me preocupaba el palo extra de 75 euros que nos iban a dar, ya que caímos en la cuenta que parte de nuestro equipaje sobrepasaba por poco el límite de peso permitido. El bulto en cuestión era un amplificador Roland Cube protegido por una sólida carcasa industrial diseñada específicamente para sobrevivir viajes en coche, autocares de gira o en la bodega de un avión. 

Los Newtown Neurotics con Steve Drewett a la guitarra; Adam Smith al bajo; Dave Walsh a la batería; y Chris Fallon como técnico de sonido, estaban a punto de emprender un viaje que nunca antes habíamos hecho. Esto es, viajar a Madrid el sábado por la mañana para tocar en la sala Wurlitzer por la noche, y volar de vuelta a Uk el día siguiente. Una gira de un día por España! El único equipo real que llevábamos eran unas pocas piezas de la batería, una guitarra, un bajo y el mencionado ampli. Todo iba a ir en la bodega menos las partes de la batería, las cuales podíamos llevar como equipaje de mano junto con algunas camisetas limpias y todo lo necesario para asearnos el domingo por la mañana. Salimos del aeropuerto de Stansted en un cálido y soleado día de mayo de 2009, y la única sombra era ver si nos iban a clavar de más por el exceso del equipaje que no habíamos tenido en cuenta. Cuando llegamos al mostrador, estábamos tan joviales, despreocupados y amigables como cualquier otro grupo de punk rock. 

La chica tras el mostrador también estaba tan jovial, despreocupada y amigable como cualquier otro empleado de facturación y nos dijo: “Este bulto sobrepasa el límite pero solo un poco, por lo que os lo dejo pasar sin sobrecargo alguno”. En silencio suspiré del alivio. Entonces, ella nos advirtió: “Sin embargo, no os puedo asegurar que en el vuelo de vuelta, mis colegas de Madrid sean tan complacientes!”. Bueno, pensamos, ya nos preocuparemos de ello cuando llegue el momento. 


Sábado por el mediodía (30-05-2009) 

Cuando finalmente llegamos, nos recibió un día incluso aún más soleado. Nuestros anfitriones nos esperaban para llevarnos al hotel, el cual era formidable y estaba justo al lado de la sala. ¡Perfecto! Una vez dejado el equipo en nuestras habitaciones, teníamos toda la tarde para divertirnos por el centro de Madrid. 



Sábado por la tarde (30-05-2009) 

Tras unas horas tapeando y tomando cervezas en los bares de alrededor, nos fuimos a la sala con el equipo para probar sonido. Nos sorprendió lo larga y estrecha que era la barra del bar, con el espacio justo para que una persona se sentara y otra pudiera pasar hacia la pista de baile o los lavabos. En la parte trasera de la sala estaba la mesa del sonido y ya después, la pista de baile y el escenario, que ocupaba todo el ancho del edificio hasta el final. Esta era la zona de la diversión, donde se iba a definir nuestra visita. Usando el backline y la batería de la sala y/o las bandas (no recuerdo bien), nos enchufamos y probamos sonido. Una vez satisfechos con la prueba, dejamos el escenario y descendimos al principio de lo que iba a ser nuestra noche. El bar pronto se llenó con gente dispuesta a pasar una gran noche de sábado, siendo amenizados por bandas que a su vez, estaban determinadas a pasar un buen rato. El público y los músicos se unieron en este objetivo común. 



Sábado noche (30-05-2009) 

Este texto no va sobre los grupos que nos telonearon, aunque no hace falta que diga que los Newtown Neurotics estuvimos entre el público empapándonos de todo. Estábamos que nos moríamos por subir al escenario y empezar nuestro concierto. Cuando nos llegó la hora, nos preparamos y desde mi posición en el micro podía ver por encima de las cabezas de la gente la zona estrecha del bar además de la entrada/salida de la sala. Parecía que desde los taburetes del bar no había la posibilidad de ver a las bandas ya que no podías ver nada, sin embargo, había altavoces a intervalos a lo largo de toda la barra, por lo que se podía oír el ritmo de la música por encima de las conversaciones. 

La audiencia parecía estar compuesta por todo tipo de personas, ninguna de las cuales parecía ser fan de los Neurotics, aun todo la sala estaba petada y estábamos dispuestos a darlo todo. Una vez que comenzamos, Dave, Adam y yo nos entregamos a fondo y se hizo evidente que la gente se sabía y cantaba todas nuestras canciones. Después de todo, éste era nuestro público y todo el mundo quería disfrutar al máximo de esta rara aparición de la banda en España! Fue increíble! Acababa de retomar el grupo tras estar ausente 17 años y ahora los Newtown Neurotics realizaban su primera actuación en España casi 20 años después de nuestra separación en 1988. No era tampoco una vuelta temporal, fue un retorno a los escenarios que aún hoy día continúa y tampoco en plan revival, pues el disco Cognitive Disidents que salió en 2022 fue el resultado de esta vuelta. 

Pero esa noche, vaya noche! A la par que tocábamos, lo que más nos gustó fue ver cómo nuestros amigos españoles absorbían, bailaban y cantaban nuestras canciones. Así empezó una brillante noche. Tengo el recuerdo de la luz del calidoscopio y el sonido cayendo sobre las caras de goce del personal. Nos alegraba estar ese sábado noche tocando en Madrid. 

Debido a la naturaleza de nuestro viaje relámpago, todo se sucedió rápido. Tocamos, hablamos un poco con alguno de los asistentes, recogimos nuestro equipo y cruzamos la calle de vuelta al hotel. Solo nos detuvimos para ver algo novedoso para nosotros, como fue el caso de una tienda de discos que tenía todos sus álbumes y singles a la venta en el suelo en una cálida y seca noche en Madrid. Se nos caía la baba viendo el material y, tras comprar un par de cosas, nos fuimos a la cama.


Domingo por la mañana (31-05-2009) 

Al día siguiente nos levantamos temprano, desayunamos en un café y nos fuimos al aeropuerto. Tras despedirnos de nuestros agradecidos anfitriones, empezamos a hacer cola para facturar. “Me temo que el equipaje de mano supera el peso permitido y por ello os tendremos que cobrar 75 euros extra”. Nos dijo el personal de facturación. 

"No!", le suplicamos. "No nos cobraron nada en el vuelo de Madrid, no tuvimos ningún problema en Stansted, nos dejaron llevarlo sin ningún recargo". 

"Bien, no sé lo que hicieron o no en Stansted, pero esto es Madrid y a pesar de ser la misma compañía, debéis pagar 75 euros extra por sobrepeso en vuestro equipaje". 

"¿Por qué ha de ser diferente en la vuelta? ¿Nos podrías evitar el pago?" 

“No”, fue su inmediata respuesta. No lo quería aceptar y nuestro argumento tampoco iba a ninguna parte debido a la interpretación tan estricta de las normas. 

“Espera un momento”. Inquirió nuestro valiente batería. "Steve, saca el amplificador del estuche y ponle la tapa". "Eh, vale", dije, sin saber a dónde quería llegar. A mí se me habían terminado las ideas. “Ahora pon el estuche en la báscula”, sugirió Dave. Lo hice de inmediato. “Ahora sí que cumple con los requisitos del peso y puede ser facturado sin recargo”. "¿Y qué hacemos con el ampli?“ "Ahora es lo suficientemente pequeño para ir en el compartimento superior”, Dave aseguró. "Pero sólo nos permiten llevar una maleta y ahora tendremos dos", le dije sin verlo claro. “Ya nos preocuparemos de ello cuando llegue el momento”.


 Domingo al mediodía (31-05-2009) 

La asistente de la aerolínea se encontraba por el medio de la cola de pasajeros durante el embarque cuando se topó con cuatro joviales, despreocupados y amigables pasajeros que llevaban una pieza de equipaje por persona. Uno de ellos parecía llevar consigo un pequeño amplificador Roland Cube, lo que explicaría la sobrecarga. Tras pasar la chica, si hubiera mirado hacia atrás habría visto que llevaba una pequeña mochila a la espalda, cuyas correas estaban ocultas por una camiseta de repuesto que me había puesto en los hombros. Estaba por encima de mi asignación!! 

No vivíamos lejos del aeropuerto de Stanstead, lo que significaba que estaríamos de vuelta en casa el domingo por la tarde. 

Fue todo tan rápido que pareció un sueño; un sueño en el que un estuche nada contenía a excepción de aire cálido en su vuelta desde Madrid. Nuestras mentes estaban a su vez llenas de cálidos recuerdos de nuestra estancia en Madrid con nuestros fans españoles. 

Sin duda alguna, un fin de semana mágico!
 
Steve Drewett.

- Biografía de los Newtown Neurotics.
- Fotografías: Steve Drewett y Facebook de What's Left Dub.

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