sábado, 25 de febrero de 2012

Cockney Reject (Parte 2)


Ya comenté en la crítica del libro de Jeff Turner (verla aquí), que hablaría un poco más de los problemas que empezaron a tener los Cockney Rejects por el tema futbolero. Todo se les descontroló tras editar el single I’m forever blowing bubbles en 1980, una versión punk del himno del West Ham. Aquellos años eran los tiempos dorados de este equipo y la compañía decidió explotar el asunto. Para la adaptación de la canción dudaron en un primer momento entre ellos o los Iron Maiden, quienes también eran "Hammers", pero al final EMI se decantó por los Rejects porque los Maiden eran demasiado metal y aún no estaban en sus años de mayor apogeo (el boom vendría poco después). Los Cokney Rejects estaban entusiasmados con la historia como fieles seguidores que eran, pero esto les reportaría en breve numerosísimos problemas de violencia en los conciertos, ya que no solo eran asociados al equipo del West Ham, sino que además “militaban” en su grupo de hooligans más violentos y que se hacían llamar la ICF (Inter City Firm). En palabras de Jeff, “…Fue como pulsar el botón de nuestra auto-destrucción”. Por si esto fuera poco, redondearon su auto-inmolación grabando en la cara B del disco “West Side Boys”, canción donde hablaban de reventar seguidores del Chelsea y del Liverpool, por lo que no es difícil entender que allá donde fueran, todos los supporters de los equipos de la ciudad de turno, les iban a estar esperando para intentar currarles…

El fragmento que he traducido libremente, no es ni mucho menos de los episodios más violentos que vivieron los Rejects, pero da una idea clara del “ambiente” con el que se iban encontrando… Como vivo por la zona me he decidido por él y para contextualizarlo mejor, diré que la fecha de Liverpool le llegó al grupo poco tiempo después de la “famosa” batalla de Birmingham, donde los Cockney Rejects y los colegas que les acompañaban, se tuvieron que abrir paso ante más de 200 tíos que los querían matar. Corrieron ríos de sangre, habiendo palos y ostias a tutiplén, pero como siempre, los Rejects salieron triunfadores teniendo tan solo algunas heridas o bajas. Birmingham fue el súmmun, pero hay muchas otras peleas similares relatadas por Jeff Turner en su libro. Aquí va la de Liverpool, You’ll never walk alone…


[…] La siguiente fecha fue un jueves en Brady, Liverpool, con Birminghan el viernes. Todo el mundo estaba preparado para ello. Una masa de gente de la ICF (nde: Inter City Firm, hooligans del West Ham) se iba a echar a la calle en masa con una línea de tres “jefes”. Nadie estaba preocupado acerca de Liverpool. Fuimos 8, nos alojamos en el Holiday Inn y tuvimos al tipo éste de EMI, Ashley Goodall, con nosotros. Tuvimos que sufrirlo en el hotel. […]

Fuimos al concierto para probar sonido. […] Volvimos al hotel y encontramos que había habido jaleo. Vince, Wellsy y Dani (nde: miembros y colegas del grupo) habían vuelto y se habían encontrado con 8 Scousers (nde: coloquialmente, como se conocen a los habitantes de Liverpool) acosándolos fuera. Ellos dijeron a Vince y a Kevin Wells que les dieran sus Harringtons, pero cuando Wellsy les respondió que se fueran a la mierda, uno de ellos intentó rajarle la cara con un cutter. Nuestros chicos les insultaron un poco y se metieron en el Holiday Inn. ¿Qué otra cosa más podían haber hecho contra una pandilla con cuchillos? No eran súper héroes. Los del hotel llamaron a la pasma. Nosotros le quitamos importancia, pero Ashley Goodall se mostró prepotente y pidió escolta policial hasta el concierto. ¡Fue jodidamente ridículo! Esto hizo que pareciéramos unos pringados, pero el tipo de EMI insistió, así que teníamos dos coches y una escolta, solo que yo no pude meterme en ninguno de ellos. Tuve que andar media milla junto con Danny Meakin, por lo que todo fue en vano. […]

Por supuesto, cuando llegamos estaban todos estos Scousers, skinheads y futboleros cerca de la entrada que me llamaban “Puto cockney pajillero”. Yo continué caminando y uno de ellos me dijo: ¿Quieres un sándwich de nudillos? (nde: puñetazo). ¡En sueños! Yo le respondí: “Tú has tenido que haber visto demasiado Grange Hill, hijo de puta” (nde: Grange Hill, una especie de serie tipo “Al salir de clase”, muy popular en Inglaterra y que se filmó durante un tiempo en Liverpool). ¡Un puto sándwich de nudillos! Solíamos decir eso cuando éramos críos. “¡Anda ya! ¡Que te den!” le dije esperando que en cualquier momento me soltara alguna ostia.

Después, un enorme segurata se lanzó y me rodeó con su brazo. "¿Stinky Turner?" Ven conmigo. Les dijo a los pandilleros que se echaran hacia atrás y lo hicieron. Los seguratas parecían bien preparados. Una vez dentro sacaron todas esas barras y porras, diciéndonos: “Tranquilos chavales, estaréis bien esta noche”. Buenos tipos, pensé. Éramos solamente 8 y si comenzaba el follón, no habríamos tenido ninguna posibilidad.

No fue un buen concierto. Tuvimos peor bienvenida que Robert Kiltroy- Silk en el mítin de la Amistad Árabe (nde: hace referencia a un periodista que hizo unas desafortunadas declaraciones referentes a la actualidad socio-política en Oriente Medio y que causaron una gran controversia en la comunidad árabe). Tan pronto como estuvimos sobre el escenario, fuimos recibidos con una lluvia de insultos que fue in crescendo además de otras cosas que nos tiraban. Inmediatamente supimos cómo iba a ir el tema […]. Había una valla de hierro para contener a la gente y todos los seguratas estaban a un lado. Con la segunda canción nos cayó una lluvia de botellas. Los seguratas se subieron al escenario y pararon la actuación. Tuvimos que esperar en el backstage mientras ellos los calmaban. Recuerdo estar pensando, "joder, ¡tengo que volver ahí fuera!" Iba a ser realmente duro. Tras 5 minutos, los seguratas nos dijeron que volviéramos. Mick tocaba una BC Rich roja nueva de color roja (nde: marca de guitarra), la cual la había tomado prestada de Tonka Chapman (nde: guitarrista de los UFO). Estábamos en el cuarto tema, aún recibiendo multitud de insultos, cuando vi que Mick se quitaba la guitarra de Tonka y la aplastaba contra el público. Metió 1000 libras directamente sobra la cabeza de dos tipos como un hacha. Los masacró. Todos nos dispusimos en frente del escenario, pero realmente no alcanzábamos a llegar donde él con las manos.

Los seguratas saltaron y nos tiraron hacia atrás. Apelaron a la calma, pero los Scousers estaban que echaban humo. Nos sacaron fuera del escenario y tras diez minutos de jaleo, nos llevaron de nuevo a él. Había un pedazo de gordo en el frente gritando e insultándonos todo el rato. Así que pillé el micro, me fui hacia él y le dije: “Tenemos una canción para ti, mi amigo Scouse, y la tocaremos; se llama “Eres una gorda persona”. Mick empezó con el riff de “Bad man”. El gordo cabrón estaba que chirriaba y cuando llegaron los coros me fui a cantar en su cara “You’re a fat man” (nde: en lugar obviamente de “Bad man”). De repente, los seguraras fueron al escenario hiper cabreados y nos pararon a la mitad del tema. Uno de ellos me dijo que viniera donde él. Tenía la porra en su mano. Fui a su encuentro y pensé que me iba a dar en la cabeza con ella. En lugar de esto, empezó a decirme delante de toda la gente que bajara el tono. Por su puesto, el público disfrutó con esto y el gordo cabrón se reía de mí porque el gorila me estaba regañando.

Empezamos a tocar de nuevo […]. Las botellas habían parado pero de pronto cayó desde la nada un vaso de pinta que me vino a dar directamente en las pelotas. […] Me tuve que agachar y apoyar sobre una de mis rodillas, me habían dejado sin respiración. Bien, pensé; no te cabrees o te vengues. Pillé el micro de Mike y dije: “Es jueves noche, habéis pagado 5 pavos por entrar, os iréis a casa en taxi porque los trenes ya no funcionan y llegaréis a las dos de la mañana para después levantaros a las seis para ir al trabajo. Nosotros pillaremos uno de los grandes (nde: 1000 libras) por este bolo y nos iremos al Hoilday Inn a beber tequilas. Buenas noches”.

Y nos fuimos para el backstage. Se cabrearon. Los seguratas tuvieron que venir y rodearnos para protegernos. Se podía ver la zona del backstage desde el hueco de la escalera y todos esos sucios Scousers nos tiraban cosas y nos escupían. Daré a los seguratas el reconocimiento que se merecen, pues se mantuvieron firmes. El gentío marchó para fuera. Al final, la seguridad tuvo que ir en masa a dispersarlos porque nos querían matar. Nos llevaron a los coches y nos protegieron. […] Podías ver a todos los Scousers en la calle en guarnición mirándonos desafiantes. […]

Al día siguiente fue Birmingham. Llegamos a la sala, increíblemente era el club Cedar otra vez! (nde: donde ocurrió La batalla de Birmingham antes comentada) […] Muchos de los chicos del West Ham estaban preparados y la disposición era beligerante. Fue tan solo 4 meses después de la bronca y queríamos dar otra lección a los skins de Birmingham. H (nde: colega del grupo) estaba excitadísimo y hasta incluso ostió a uno de los Exploited, quienes nos teloneaban. […]

Llegamos en coche al Holiday Inn para registrarnos y encontramos a la policía esperando fuera. […] ¿Cockney Rejects?” Dijo el inspector. “No os vais a registrar aquí, no vais a hacer nada en Birmingham. Os vais a meter en vuestra furgoneta, os vamos a escoltar hasta la M6 (nde: autopista), y os vais a ir de vuelta a Londres porque no vais a tocar aquí esta noche”. Yo pensé, ¡qué detalle! porque, para ser honesto, cuanto más pensaba en el concierto menos quería hacerlo. […]

La pasma puso un coche al frente y otro detrás nuestro. […] El resto de fechas se cancelaron porque la empresa de sonido retiró el equipo. Recuerdo estar pensando: "puede ser el fin, puede que no volvamos a girar más". […]


- Ya que estoy, pondré también el pequeño inciso que Jeff Turner hace sobre el bolo que los Cockney Rejects dieron en Barcelona en el año 2008, uno de los mejores de toda su carrera según él. Yo que estuve, lo suscribo…

[…] El 12 de enero tocamos en la sala Razzledazzle de Barcelona, España (nde: evidentemente se refiere a la Razzmatazz), en el que probablemente haya sido el mejor concierto que jamás hayamos hecho. No exagero, nunca había llegado a conocer tan receptiva audiencia, estuvieron dispuestos desde el principio. Tuvimos una mejor recepción ahí de la que jamás habíamos tenido en casa. Cuando salí del escenario estaba más roto que el espejo del Hombre Elefante (nde: película antigua de un tío que estaba deformado y siempre que se miraba en el espejo, éste saltaba en pedazos). Lo di todo. […]

1 comentario:

Unknown dijo...

Hemos estrito a su correo-e, por favor revísenlo.

Saludos cordiales