lunes, 27 de marzo de 2023

Reseña libro sobre Sid Vicious


Sid Vicious. No One Is Innocent. Alan Parker. Orion Books (2007). 280 págs. Inglés.

La corta pero intensa vida de los Sex Pistols ha sido exprimida a todos los niveles hasta la saciedad. Y no ya digamos la de su máximo mártir e icono. Hay bastantes libros y cosas publicadas ya entorno a la figura del malogrado John Simon Ritchie, aka Sid Vicious, pero a mí nunca me dio por pillarme nada. Lo que me ocurrió fue que encontré este No One Is Innocent de segunda mano tirado de precio y es por ello que me lo acabé leyendo. Porque francamente, este personaje jamás me llamó demasiado la atención, y si lo hizo, fue de manera negativa. Sí, yo en su día también llevé una camiseta de los Sex Pistols, pero con el careto del Rotten, no del Sid. Opino que Sid Vicious ha hecho mucho daño al punk como movimiento. Aunque quizá él no tuviera la culpa, ya que fue Malcolm McLaren quien al fin y al cabo convirtió en un circo todo lo relacionado con los Sex Pistols (y para colmo prologa la obra), tanto sus éxitos, como sus fracasos o sus miserias. Porque estoy seguro que la miseria de Sid no fue diferente a la de otros yonkis anónimos. 

Alan Parker, quien ha publicado otros libros sobre bandas punk (The Clash, Stiff Little Fingers…), editó sendos trabajos ya sobre Sid Vicious tanto en 1991 como en 1999. Este No One Is Innocent del 2007, creo que contaba con el “aliciente” de indagar más sobre la muerte/asesinato de Nancy, aunque me da la sensación, que lo que hizo el autor, fue simplemente estirar el chicle de algo de lo que ya escribió en el pasado y que está súper trillado, y de paso, por supuesto, poder seguir pillando pasta (se agradece por eso que en los posteriores 16 años, que yo sepa, no haya vuelto a sacar nada del tema, me imagino que ya se le vería demasiado el plumero, aunque esperad a que venga el X aniversario de su muerte…). 

Aparte de su infancia y entorno familiar, el resto de la obra es básicamente los pormenores de la de sobras ya conocida historia de los Sex Pistols. Particularmente, me ha gustado leer sobre el periplo post Sex Pistols de Sid porque lo desconocía casi por completo, así como a su vez me ha gustado conocer en mayor profundidad el caótico y desgraciado personaje de Nancy. No negaré tampoco que el morbo me invadió al conocer los detalles y las diferentes versiones sobre su asesinato. La tragedia de los Romeo y Julieta del punk se podría resumir con la frase “el hambre se juntó con las ganas de comer”. Efectivamente, nadie es inocente en esta historia triste a pesar de que el público y la prensa hayan tratado por lo general, peor a Nancy que al propio Sid. La madre de Sid tampoco sale bien parada en el asunto. Alguien dirá que se le demonizó injustamente, pero a mí me asaltan las dudas, sobre todo tras leer que ella y su hijo se solían chutar juntos en casa. Ella se metía heroína, y Sid por entonces speed!! Por cierto, Vicious hacía referencia a “violento”, no a vicioso como mucha gente cree… En definitiva, no ha estado mal saber de la alocada vida de Sid y Nancy así como repasar también la que fue la breve carrera de los Sex Pistols, pero me reafirmo en lo que dije al principio: personajes como Sid Vicious y todos los que quisieron emularlo dentro del punk, sobran ciertamente. Acabo con las referencias al estado que aparecen en la obra. 

Hay dos referencias a Spain más un curioso detalle. La primera es sabida. Sid vivió un tiempo con su madre en Ibiza a comienzos de los años 60 cuando contaba con dos años. Su padre los dejó tirados en la isla y su madre se tuvo que buscar la vida como pudo. Entre otros trabajos, se ve que solía vender porros liados a los pescadores. Sid llegó a tener un perrito pero no se lo llevó de vuelta a Londres cuando regresó. 

La segunda referencia es sobre la malagueña Palmolive (batería de las Slits), y una discusión que tuvo con el protagonista de esta historia por llevar en su vestimenta simbología nazi. A Paloma no le gustaba esto y le recordó a Sid que ella se vino a Inglaterra escapando de la opresión del régimen fascista de Franco. Sid, que casi toda su vida fue un gilipollas posiblemente por culpa de la droga, provocó a Palmolive tras decirle que le gustaban los nazis y que era racista. 

Por último, el curioso detalle es que el autor del libro, al comienzo de algunos capítulos, coloca letras de canciones (SLF, Stranglers, Johnny Thunders…), o frases, declaraciones y citas de diferentes artistas (Joe Strummer, Woody Allen…). Pues bien, una de estas citas introductorias, pertenece al libro Mi último suspiro, que es la autobiografía del director de cine aragonés Luis Buñuel.

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