Rock Radikal Vasco. El invento de la Euskadi alegre y revoltosa. Autoproducido/LaBellavistaPapel (2021). Juan Pardo Laguna. 141 págs.
Tan pronto como me puse con este Rock Radikal Vasco de Juan Pardo Laguna, me vino a la mente la que creo que es, la obra referente del libro. Me refiero a Del txistu a la telecaster, crónica del rock vasco, el cual ya lo comentamos aquí en su día. Obviamente, acorde con el título, la obra de Juan Pardo Laguna se ciñe exclusivamente al periodo del denominado Rock Radikal Vasco (1983-1987), de ahí que lleve muchas menos páginas, aunque también encontremos, claro está, breves apuntes sobre el devenir de la escena vasca tras el malogrado “deceso” de la etiqueta. El autor desgrana las particularidades del RRV de manera cronológica a lo largo de cuatro capítulos que se me han hecho muy cortos. Según Juan Pardo Laguna, el Rock Radikal Vasco fue la BSO del conflicto armado entre ETA vs Estado y respaldó particularmente a una opción política (HB), y es por ello que aparte del asunto meramente musical, siempre aparece entre bastidores el contexto político del momento y la trillada “polémica” sobre si los grupos fueron utilizados o se dejaron utilizar por el entorno abertzale. Teniendo en cuenta que la popularidad del RRV traspasó fronteras más allá del Ebro para abajo, esto es muy discutible y da para una tesis sociológica sobre las diferencias de cómo el mensaje de ciertas canciones, podía ser acogido según fueras de Euskadi, Catalunya, Madrid o Andalucía…
En mi caso, más que RRV, yo casi siempre usaba y uso lo de Punk Vasco, pues en realidad, mis grupos favoritos de allí eran los que hacían punk. Pero sin ser consciente de ello, la escena musical vasca opino que nos abrió las orejas a much@s más allá del punk o lo “radikal”, y es por ello que me ha dolido la frase “Lamentablemente la dictadura del punk y el ska litroneros tapa de por sí propuestas muy relevantes”. ¿Dictadura? La semilla que dejó el punk en Euskadi aún hoy día da sus frutos aunque no sea tan mayoritaria como en los años 80, pero aparte de la típica queja de que en los grandes medios de comunicación siempre salen los mismos, nunca culparía a otro estilo de haber relegado al punk a un segundo plano. En los 90 el metal pegó fuerte y el punk, aunque más minoritario, siguió estando vivo y coleando. Con esto quiero decir que, muchas bandas que no se comieron nada en los tiempos del rock radical, tampoco fueron mucho más allá cuando el punk pasó de moda. Hubo otros factores sin duda. Sin embargo, otras, como Doctor Deseo por ejemplo, se terminaron haciendo muy grandes o conocidas década tras década a base de su buena labor y sus buenos discos, o sea, porque lo valían y punto. Por lo demás, el libro está muy bien escrito y lo recomiendo (aunque no comparta lo de "Invento" en el subtítulo), con su lectura me ha invadido un fuerte sentimiento de nostalgia, pues a mí el RRV me marcó a fuego. Aun todo, lamento que sea tan breve. En un futuro me gustaría que saliera un trabajo similar pero mucho más elaborado y extenso en el que se cubriera como es debido a todos los grupos y aspectos del denominado Rock Radikal Vasco.
Por último, para conseguir el libro, decir que, aunque en un primer momento la obra apareció solamente en formato Kindle, actualmente es posible también hacerse con una copia física de él (eso sí, se merecería una portada más decente).
- Amazon.
1 comentario:
Hola! Soy Juan, el autor. Muchas gracias por tu reseña. Me gusta cuando las críticas no hablan sólo de lo bueno, sino cuando también se expone aquello que no gusta tanto. Quizás porque siempre he creido que la crítica es una puerta abierta al debate.
Lo que no es debatible es que, efectivamente, la portada es horrorosa. Pero le tengo un cariño especial, porque la veo como un pequeño milagro de lo que en tres segundos uno puede hacer con el Paint. Pero sí, es horrible. Y soy consciente de otras muchas limitaciones: la falta de imágenes (por tema de derechos, obviamente) o de testimonios directos que enriquezcan el texto... pero aún así creo que me ha quedado una crónica "de bolsillo" guapa. Mentiría si no dijera que yo también espero a que alguien de el paso y elabore un libro de referencia mayúsculo y definitivo sobre el RRV.
Me ha llamado la atención que reduzcas mi visión del RRV a la de banda sonora del conflicto entre ETA y el Estado, porque creo haber sabido transmitir que fue mucho más: una explosión sonora que respondía con crudeza al colorismo de la Movida, que hablaba de una realidad muy dura a la que se añadían también los factores del paro juvenil y la reconversión industrial, de la plaga de la heroína, de la propia frustración de ser joven en un entorno hostil en lo social, lo político y, por supuesto, desde el ámbito policial... unos jóvenes sospechosos a veces de querer simplemente divertirse.
Respecto a lo de que “lamentablemente la dictadura del punk y el ska litroneros tapa de por sí propuestas muy relevantes”, me reafirmo en ello. No acuso al punk de ahogar otras propuestas, ya que cada uno es libre de tocar lo que quiera y, a mayores, benditos el punk y el ska que nos llegaron del norte. Señalo más bien al negocio discográfico por preferir alimentarse de segundas o terceras oleadas de grupos de corte guerrillero que redundan en lo panfletario que no dar oportunidades a otras bandas. Éstas a veces tienen que probar suerte en mercados y sellos de otras latitudes o permanecer años a la espera de su oportunidad o, a veces, ser descubiertas sólo por aquellos que han decidido buscar más allá de la ración sonora mayoritaria. A veces la gente pide y el mercado le da... y a veces el mercado le dice a la gente lo que ha de pedir, cómo pedirlo y cómo obtenerlo.
Por último, aclarar que el término "invento" no es peyorativo. A mi entender toda movida musical es inventada. Siempre hay un manager, un periodista, un capo de un sello, un político, un productor... que ve el potencial o efervescencia de una escena naciente determinada y quiere darle un impulso para visibilizarla: grabando, organizando bolos, apoyándose en actores políticos o realidades sociales, reseñándola y poniéndole una etiqueta random que ayude a vender discos. En el fondo se trata de eso, ya sea para difundir la idea como para sacar dinero de ello o, simplemente, para aportar y escribir un par de renglones en la Historia del Rock and Roll. Todo ello es legítimo, sea o no negocio, lo que varía es cómo lo juzgamos dentro de nuestros parámetros de lo que es moralmente correcto o amoral.
Un saludo y gracias de nuevo!
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