Tras anunciar la gira Fermin Muguruza de su 40ª aniversario en la que iba a tocar material antiguo tanto de Kortatu como de Negu Gorriak, estuve atento a las fechas que iban saliendo para ver cuál era la que más me convenía. Cuando salió anunciado el concierto de París no me lo pensé dos veces y me pillé rápido la entrada, sobre todo para evitarme los problemas que en su día tuve con la gira de La Polla Records (problemas para conseguir entrada de pista, para cuadrar vuelos, etc). París era la fecha que me pillaba más cerca y además es mi ciudad favorita después de por supuesto Barcelona, por lo que todo perfecto. Para mi sorpresa, pocas semanas después del concierto de París, Fermin Muguruza anunció a su vez un concierto en Londres y ése sí que me hubiera pillado cerca de verdad, además de que me hubiera ahorrado una buena pasta, pero en fin, la Ciudad de la Luz bien se merece una visita y más si hay un evento tan importante por el medio como era el caso.
Nada más acceder a los alrededores de la bonita sala La Cigale, ya pude comprobar que iba a haber vascos a mansalva, ademas de franceses, latinos y más gente del estado. Un buen cóctel que aseguraba un excelente ambiente y una buena fiesta. Fiesta sí, Lucha también. A la entrada, junto al merchandaising de FM, había un puesto político de un colectivo parisino donde te podías pillar abundante material de contra información, camisetas y demás. Como decía, la sala era chulísima y es que funciona como teatro también, por lo que el diseño del edificio se asemeja a los teatros clásicos construidos a lo largo del siglo XIX. Si por ejemplo, el Bataclan, al cual me recordó bastante, empezó su andadura en 1864, La Cigale lo hizo en 1887. Su aforo sin asientos es de casi 1,400 personas y creo que poco faltó para el sold out. Me alegro de haber podido ver a Fermin Muguruza en un sitio no tan masivo como el BEC, el Sant Jordi o el Wizink Center, porque estoy seguro de que el ambientazo y el desfase que tuvimos en París no hubiera sido lo mismo en un recinto de los de aforo para más de 10,000 personas. Aquí al menos el escenario estaba al alcance del público, por lo que hubo una perfecta comunión y una muy cercana armonía entre el grupo y la audiencia, tanto, que incluso unos poc@s se llegaron a subir al escenario durante el concierto para después tirarse o para abrazar al Fermin. El ambiente, ya digo, fue una pasada!
Merina Gris fueron la banda escogida esa noche para abrir la velada. Inclasificables para un carroza como yo, no sé qué decir de ellos. Voces autotuneadas, electrónica, sintetizadores… eran como una “especie” de La Élite pero con una vena mucho más pop. No sonaron muy bien que digamos y bueno, la verdad, no me hubiera importado intercambiarlos por los teloneros que llevaba FM en Burdeos (Zetkin). Es curioso pero me esperaba que en un principio Fermin Muguruza llevara para la ocasión a algún grupo francés o más concretamente parisino, pero no fue el caso. Los Suicide Act del ex cantante de Bérurier Noir hubieran sido lo suyo (que tras lo escuchado tampoco me matan mucho…). Fermin recordó en diferentes ocasiones sus lazos con la gente de París, habló por ejemplo del selló que movió Kortatu en su día por Francia (Bondage), y muy emotivo sobre todo fue que en un par de ocasiones, una de ellas al final, se recordó la figura de Julien Brigada mientras se proyectaba su foto en la pantalla de detrás del escenario. El aspecto visual del show fue muy bueno y todo iba en consonancia con lo que sonaba. Se homenajeó a Julien Terzics pero estaba claro que a su vez, Iñigo Muguruza iba a tener su momento, el cual fue, como era de esperar, muy emotivo. El público coreó su nombre y la versión de Joxe Ripiau del “Pressure Drop” de los Toots and The Maytals (“Presaka”), sonó por los altavoces durante la despedida del grupo.
Siendo sincero, al principio le tenía muchas ganas a esta gira de Fermin Muguruza recuperando temas de Kortatu además de sus otros proyectos, pero cuando vi por la red el cómo los tocaban, pues como que me decepcioné un poco por no decir mucho. Demasiada pachanga para mi gusto o demasiada verbena, vamos. Pero tras ver la actuación de FM esa noche en París mi opinión cambió a mejor, aunque sigo pensando que canciones como por ejemplo la de “La línea del frente”, sinceramente, la echan a perder de una manera muy chunga. Otras como “A la calle”, “La familia Iskariote”, “Nicaragua Sandinista” o “Hay algo aquí que va mal”, quedan bien y se pueden disfrutar. Los temas de Fermin Muguruza tuvieron éxito, cómo no, los de Negu Gorriak arrasaron aún más, pero fueron los himnos de Kortatu los que triunfaron de verdad y los que se llevaron la palma en cuanto a aceptación. Estaba “cantado” incluso en París. Mención especial la canción que obtuvo una mejor recepción durante el concierto, mejor diría incluso que el “Sarri Sarri”. Me estoy refiriendo a la increíble “Zu atrapatu arte”. Fue el momento hard core de la velada y les perdono que le metieran vientos por encima. La gente se entregó a tope con ella, cantándola y bailándola, pues hubo un muy buen pogo con gente en volandas. Una pasada!!
Tenía previsto ver el concierto desde la distancia por lo que digo del pachangueo y acabé por las primeras filas pegando botes como un poseso y bañado en cerveza. Fueron los temas y fue la locura del público lo que me atrapó a base de bien. Varias generaciones nos juntamos esa noche en París para disfrutar de la trayectoria musical de Fermín Muguruza. Momentos inolvidables los hubo para parar un tren. Por ejemplo, cuando el público se cantó el “Txoria txori”, o cuando sonó a capela el “Lepoan hartu ta segi aurrera” con el acordeonista acompañando (por cierto, un diez para él, estuvo magnífico, al igual que cuando se hizo “La Internacional”), o ese final apoteósico a ritmo de “Sarri Sarri”… Pero hubo además un epílogo al concierto de Fermin Muguruza, ya cuando los músicos estaban de vuelta al camerino, que fue también antológico y con el público, otra vez, de protagonista. Fue cuando un grupo de vascos empezaron en plan comparsa improvisada a cantar canciones en euskera (“Hator hator”…). Fue muy guapo presenciarlo y da una idea de que la diáspora vasca en Francia no pierde sus raíces. Inolvidable noche. Gora Fermin Muguruza y Gora Kortatu!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario