martes, 29 de octubre de 2013

Extracto libro Ross Lomas (GBH)


- Extracto traducido libremente:

[…] En el verano del 86, durante otra gira europea, un día que teníamos libre en Génova un cartel de Guinnes nos llevó por el mal camino. Estábamos rulando por la ciudad y allí estaba él, encima de la puerta del pub guiñándonos un ojo y tentándonos […]. Así que nos tiramos todo el día bebiendo allí, llegó el momento de pagar y fue cuando caímos en la cuenta de que ninguno de nosotros tenía dinero. A excepción de Pedro (nde: unos de los roadies del grupo que se "españolizó" el nombre tras, según él, currar como técnico de sonido del Papa en una de sus visitas al estado), hicimos la gran espantada el doble de rápido en cuanto a tiempo, pero al estar pedos y sin conocer la ciudad, acabamos corriendo en círculo y fuimos a parar de nuevo al pub desde el cual Pedro salía disparado. Cuando él se dio cuenta del tema y de que le habíamos dejado en la estacada, se piró también. Tal como nos fuimos no pensamos que íbamos a volver a Génova a corto plazo...

Después, Jimmy (nde: el mánager) añadió otra fecha al final del tour. En Génova. Y ahora teníamos un problema. El pub en el que habíamos estado bebiendo estaba lleno de chicos con el pelo muy corto y convicciones de extrema derecha. Suficientemente arriesgado ya fue el estar con ellos una vez. Tras cinco minutos de estar en el pub uno de ellos me escuchó decir la palabra “nazi”. Se me puso en frente inmediatamente:

Hitler era nazi. ¡Nosotros somos fascistas!
Vale…
¡No somos nazis!
Está bien, Col (nde: Collins, el cantante), no son nazis, “todo correcto”.
Quería decir que no quise cabrearles llamándoles de “forma incorrecta”.

A lo largo de los años habíamos tenido varias enganchadas con gente de su misma convicción política. Yo solía llevar conmigo de gira un bate de cricket al que llamaba Excalibur. En los momentos de tranquilidad le daba ostiazos a Booring John (nde: otro roadie) en las rodillas para mantenerlo en guardia. Una vez tocamos en un club en Toulouse, una sala guapa, y John y yo nos fuimos a la furgoneta a por más merchandising. Había algunos calvos de extrema derecha fuera a quienes no les habían dejado entrar al concierto y cuando nos vieron nos rodearon.

Mierda, ya estamos. Pillé mi Excalibur y John cogió lo que pudo encontrar. No pintaba bien la cosa, pero si caíamos lo íbamos hacer luchando. Entonces alguien me tocó el hombro, me giré y la mitad de los punks del concierto estaban allí.

Si peleáis, nosotros pelearemos con vosotros.

En igualdad de condiciones, nuestros “amigos” de extrema derecha decidieron que pelear no iba a ser una buena idea, por lo que se montaron en sus coches y se largaron rápido. Pero eso fue en Toulouse. Cuando volvimos a Génova para el concierto, los del “pelo corto” nos estaban esperando. Seis nosotros, sobre treinta ellos. Fue uno de esos momentos de acojone.

No estaban contentos con nosotros. No solo nos largamos de su pub sin pagar, cosa que ya era suficientemente para ellos, sino que además les aseguramos que no íbamos a volver a tocar en Génova. Y aquí estábamos otra vez. Eso significaba que les habíamos engañado y su orgullo de extrema derecha estaba herido por creer que los estábamos tratando como a imbéciles. Para ser claros, eso es lo que eran, pero no era el momento de decírselo. En su lugar, decidimos probar el antiguo arte de la diplomacia con la esperanza de que ello nos salvaría el pellejo […].

Pero al final del concierto, cuando Jimmy salió de la sala con nuestro dinero en su cartera, ellos trataron de robarle cuando entraba en la furgoneta. Hubo un toma y daca con nosotros agarrando a Jimmy de cintura para arriba al mismo tiempo que la furgo arrancaba, y ellos tirando de sus piernas para abajo. Poco antes de que Jimmy se partiera en dos, le dejaron ir y nos largamos. Cierto es que el ya de por sí cascado hombro de Jimmy se hubiera terminado de dislocar si hubiera intentado lanzar un puñetazo. Tiraron de él desde dos direcciones: una, la panda de fascistas y la otra, los GBH, pero como buen mánager que era se mantuvo en el medio con el dinero. Jimmy, a pesar de sus fallos, podía ser un buen tipo […].

- http://ignitebooks.co.uk/ 

1 comentario:

Jose dijo...

jajaj, ¡muy divertido!