Crónica Jorge Ilegal y los Magníficos (1-12-2012)

Jorge Ilegal y los Magníficos. Sala Music hall (Barcelona). 15- 18 €

Después de hacer una última gira de despedida por toda España y Sudamérica, el grupo Ilegales decide volcarse en un nuevo proyecto que supone un giro de 180 grados en su carrera musical de más de 30 años.

Ya como Jorge Ilegal y los Magníficos, sacan un primer disco que dejó sorprendidos a todos al tratarse de un trabajo con boleros, cha-cha-chá y música de orquesta. Este año 2012 han sacado un nuevo disco, El guateque del hombre lobo. Se trata de 12 canciones de Rock and Roll y Twist (6 temas propios y 6 versiones). Los temas propios son geniales y las versiones muy bien escogidas. Para la presentación de este disco un servidor se acercó a la sala Music Hall de Barcelona.

En la sala hubo una entrada de unas 100 personas, público de lo más variado y de todas las edades. Con este aforo no me costó nada ponerme en primera fila, dejar el abrigo sobre el escenario y disfrutar sin agobios de masificaciones. La banda estaba compuesta por 5 musicazos: un batería (el mismo batería que en Ilegales), otro músico al saxo y clarinete, un contrabajo (músico jovencísimo, no era el bajista de Ilegales), un multiinstrumentista al teclado, guitarra y bajo eléctrico más Jorge a la voz y guitarra.

 

El concierto estuvo formado por dos bloques: en el primer bloque Jorge tocó con una guitarra española. Las canciones fueron casi todas del primer disco: “Bésame mucho”, “Estrella venenosa”, “Nuevo rumbo”… alguna del segundo disco: “Soy un hombre lobo”, “Dieciséis toneladas”… y entre medio, tres temazos de los Ilegales pero adaptados al nuevo formato de la banda: “Al borde”, “Ángel exterminador” y “La casa del misterio” tocada a ritmo de Bossa Nova (también se atrevió con un Tango).

El segundo bloque fue todo de rock and roll y twist. Empezaron con el pedazo de tema instrumental “Spaghetti & Tequila”. A mí me recordó mucho a Ennio Morricone o los primeros The Shadows. Siguieron con canciones del segundo disco: “Despeinada”, “Niña Vodoo”, “La plaga”, “Popotitos”… Cantaron dos en italiano: “Il ribelle” y “Si é Spento i Sole”, también tocaron de Ilegales: “El piloto” y “La fiesta”.

Durante el concierto Jorge Ilegal no paró de interactuar con el público, habiendo numerosas anécdotas: la primera fue ver al mánager en mitad del escenario buscando una cejilla para una guitarra. Muy bueno fue también cuando Jorge recordó que en su disco aparece el hombre lobo, vampiros, una niña voodoo… “No aparece la momia, pero estamos trabajando en una canción sobre Esperanza Aguirre”.

 

Antes de tocar la canción “El piloto”, dijo que la habían grabado a finales de los 70 y que Ilegales fueron los precursores de la Movida Madrileña, dedicándole un pareado que no recuerdo a la cantante Alaska mientras se agarraba los cojones… Me gustó mucho que dijera que el Rock and Roll y el twist son estilos de música muy optimistas y muy positivos pero que su lema seguía siendo el de los Ilegales: “Levántate y lucha, ésta es tu pelea”. Hizo una pequeña arenga contra la Banca para terminar diciendo: “Tenemos que meterles un puño por el culo a esos hijos de puta, tenemos que vencer”.

Otro detalle que me encantó fue que de casi todas las canciones hacía algún comentario, como por ejemplo, cuando tocó el tema de Torquato y los Cuatro “Si é Spento il Sole”: “Torquato y los Cuatro era una banda italiana que grababan aquí en Barcelona a finales de los 50 y principios de los 60. Eran cuatro tipos, ¿Quién era Torquato?, pues Torquato era este voluminoso instrumento (señalando al contrabajo)”.

Durante toda la actuación Jorge no paró de decir que iban muy justos de tiempo, porque después la sala tenía sesión discoteca y había que terminar sí o sí. No hubo bises, terminando el concierto con la canción “Rascayú” (tema que según explicó Jorge “tuvo problemas con la censura porque se mofaba de la muerte”).

 

¿Hubo algo malo en el concierto? La banda era buenísima, hubo buen sonido… Pero sí, hubo un problema con tres o cuatro tipos que con su borrachera y su mal rollito no pararon de berrear desde el primer minuto “Bestia, bestiaaaaaaaaaaaaaaaaa”. De gritar comentarios de muy mal gusto como: “Jorge vuelve al rock que andas perdidoooooooo”, o de berrear las canciones a más decibelios que el propio cantante (por fortuna para los que sufrimos a estos tipejos solo conocían las canciones de Ilegales y no el resto del repertorio).

Jorge se dirigió a estos tipos en dos ocasiones: la primera vez, después de escuchar mínimo media docena de veces “Bestia, bestiaaaaaaaa”, dijo: “Esa canción la tenemos en el repertorio, ahora la tocamos en formato “Rockabilly”. La segunda vez dijo algo así como: ”Esa canción hoy no toca, tocamos temas de Ilegales que se adaptan a la nueva formación”. Este comentario provocó una gran ovación (es que estos tíos asquearon a todos los que tenían alrededor). Las explicaciones no les parecieron muy buenas porque empezó uno de los tipos a hacer cortes de manga y a gritar alguna tontería.

Al acabar el concierto, estos tipos se acercaron a Jorge para preguntarle: ¿Dónde vas a ir? ¿Dónde nos emborrachamos juntos? (escuchar esto me hizo pensar: ¡Cómo se puede ser tan patético!). Ni que decir tiene que ni caso les hizo y se dedicó a estrechar la mano del resto de gente que se acercó, a firmar discos, a charlar animadamente, a gastar bromas con unos dientes de vampiro puestos o a enseñarle la guitarra a un chico que se lo pidió…

Si por una de esas casualidades de la vida alguno de estos tipejos leyera esta crónica (no creo que lean otra cosa que no sea el diario Marca o similar…), me gustaría decirles que si para ellos lo principal es la borrachera y el mal rollito, podían haber invertido los 18 euros de la entrada en comprarse unas botellas y bebérselas en casa sin dar por saco a nadie, dejando disfrutar tranquilos al centenar de personas que allí nos acercamos a escuchar a una buena banda en vivo y a bailar Rock and Roll en nuestro idioma.

Carlos.