domingo, 19 de octubre de 2025

Reseña del libro con la historia de los Vibrators


The Vibrators. Twenty Years Of Punk Mania. Ian M. Carnochan. Desert Hearts (2017). 120 págs. Inglés.

Aquí tenemos la historia de los Vibrators entre los años 1976 y 1997 contada de primera mano por quien fuera su mítico guitarra y cantante, Knox (Ian Carnochan). La presentación de la obra es bastante original, y más que un libro en sí, parece más una libreta o un bloc de los del colegio de tamaño DINA-4, que viene además con sus anillas y todo. No es muy extenso, y aparte de lo que comenta Knox, salen entre medio muchos recortes de antiguas entrevistas o noticias del grupo y un apéndice final con toda la discografía de la banda, sus componentes y parte de la lista de conciertos que dieron. Knox está claro que hizo en su día un diario y tira de él para escribir el libro, lo que ocurre es que a veces el texto le queda demasiado parco o telegráfico, y es que ha querido condensar 20 años de la historia de los Vibrators en algo más de 100 páginas, pues dedica un capítulo a cada año de vida del grupo (el resto de hojas es el mencionado apéndice o los recortes antiguos que mete). Aun esto, el libro está bien en líneas generales. 

Knox fue otro punk salido de la escuela de arte. ¿He dicho punk? Una cosa que me ha sorprendido mucho no ver es que cuando lees acerca de los comienzos de los Vibrators, no aparece momento o párrafo alguno en el que diga algo así como “… nos hicimos punks o empezamos a formar parte del movimiento punk…”. Nada. Vas leyendo y lo único que observas es que de hacer versiones de R&B un día, pasan al otro a hacer covers de Iggy Pop o temas propios con títulos como “Space Punks” o “The Punk’s Still Alive”. Pero nada más, Knox no se para a explicar qué significó para él formar parte de la primera Ola del Punk Británico, aunque está claro que estuvieron en el momento y en el lugar adecuado. El primer concierto de los Vibrators fue de teloneros de los Stranglers y poco tiempo después, tomarían parte en el segundo día del memorable Festival Punk del 100 Club. Y de ahí para arriba. 

Hasta 1982, año de la primera separación de la banda en la que descubro que el batería Eddie continuó con el grupo durante un tiempo sin él en la formación (grabaron algo y todo). Knox se ciñe únicamente a la vida y obra de los Vibrators y no sale mucho, aparte de algún breve comentario o algún que otro recorte de prensa, de otros proyectos por los que pasó en paralelo o cuando estaban disueltos (Urban Dogs por ejemplo). De los Fallen Angels, no recuerdo ahora haber visto o leído nada tampoco. De vuelta con los Vibrators, en cada capítulo Knox va repasando las giras, las grabaciones y otros asuntos entorno a la banda. En la década de los 80 los Vibrators coexisten con la denominada Segunda Ola del Punk Británico. A Knox nunca le entusiasmaron mucho este tipo de grupos ni las formas de sus seguidores/as, pero claro, hasta los mismos Exploited, como es sabido, versioneraron su “Troops Of Tomorrow”, así que en bastantes ocasiones acabaron compartiendo escenarios con bandas mucho más hard core que ellos. Los Vibrators siempre fueron un grupo bastante modesto si lo comparamos por ejemplo con unos Damned o los SLF, pero aun esto aguantaron en primera línea durante muchos años a pesar de sus altibajos. Un momento dulce para la banda fue cuando los Die Toten Hosen versionean el “Baby, Baby” y se los llevan de gira por Alemania. Por supuesto, también salen comentarios sobre algunos de los bolos que se hicieron por el estado, aunque no de todos. 



En 1984 comenta que los Vibrators actúan dos días seguidos en Madrid (fue en la sala Imperio, el 27 y el 28 de abril), y que en agosto vuelven para tocar en un festival al aire libre no muy lejos de Portugal llamado “Portanova” (me imagino que se refiere a la población de Lugo, no he podido encontrar mayor información sobre el evento). Knox explica que se quema con el sol en la playa y que el concierto fue un poco fiasco, ya que solo tuvieron a escasas 80 personas viéndoles en un recinto que era tan grande como un estadio de ¿fútbol?. Hay que señalar que la principal crítica de Knox sobre los conciertos que dieron en el estado es casi siempre sobre la calidad de los equipos de sonido, los cuales los encuentra la gran mayoría de las veces, muy flojos. 

En 1985 hay también algunas pinceladas de los conciertos de los Vibrators por el estado español, concretamente comenta que actúan en Madrid (el equipo de sonido era terrible dice); y en la costa norte de Spain, esto es, el País Vasco, donde explica que tocan en la Yoko Lennon de Bilbao y ven como un grupo muy numeroso de jovencitas llega a la sala pero no para su concierto, sino que esperaban a la sesión de discoteca que había tras las actuaciones. A su vez relata que se hospedan en un hotel en “Emura” (sic) -¿podría referirse a Ermua?- donde en su día también se hospedó una famosa formación de metal de la que no da su nombre y que tuvieron que correr a esconderse porque se ve que una bala perdida fue a parar a dicho hotel tras un incidente con arma de fuego fuera (no hay referencias al conflicto vasco, pero esa misma mañana en el hotel, ellos también llegan a escuchar tiros por los alrededores). Por último, Knox comenta que visitaban un café que no estaba muy lejos del sitio donde se estrelló un avión “hacía algunos años” (sic) (me imagino que se refiere al accidente del monte Oiz, pero precisamente la tragedia sucedió ese mismo 1985, concretamente en el mes febrero). 

En 1987 explica que los Vibrators hacen un pequeño tour por Spain aunque solo comenta el bolo de Barcelona, del cual se queja otra vez del pobre equipo de sonido que les ponen. Da la casualidad de que el concierto está completo en YouTube (aquí). Otra cuestión de la que se lamenta Knox y que me ha hecho mucha gracia pues era totalmente cierto, es que les decían que iban a tocar en un principio a las 22.30 y luego en realidad empezaban a las dos de la madrugada jajaja. Como público, esto yo lo he vivido decenas de veces.

De 1988 reseña un concierto en Valladolid en marzo que empieza un poco flojo pero que termina muy bien. También dice que al día siguiente actúan en Burgos, pero que antes, hacen una aparición en la televisión local haciendo playback. Sobre esto último, decir que hay un par de videos de los Vibrators del 1988 en YouTube (“Too Dumb” y “String Him Along”), que en los créditos pone que fueron grabados en Bilbao y, efectivamente, parece que sean de un programa de televisión, por lo que me imagino que es éste al que se refiere Knox y lo único que habría que verificar es, si los créditos son correctos o fueron grabados en realidad en Burgos. Tras Bilbao ponen rumbo a La Cunza (sic) en el norte de Pamplona (se refiere claro está, a Lakuntza). Cuando llegan a Madrid se alegran porque dejan atrás el mal tiempo del norte…


Y ya está, hasta aquí llegan las alusiones a “Spain” si es que no me he dejado alguna. Lo que os decía antes, el libro está bien pero a veces es demasiado telegráfico: que si tocamos aquí y el equipo muy mal y al otro día en tal ciudad y el publico no sé qué, etc… Pero por supuesto que siempre hay datos muy interesantes de por medio, como éste que elijo para terminar con la crítica del libro: se ve que en Hamburgo, al público presente no le gustaron las nuevas canciones que se hicieron, las cuales eran más lentas. Knox reconoce que en aquellos tiempos (1988), los Vibrators estaban intentando acercarse al mercado del rock porque en la escena punk no veían mucho futuro que digamos. Vamos, que se intentaron vender un poco, pero por otra parte, esto mismo les ocurrió a la mayoría de bandas punk que seguían en activo por aquellos años y que intentaban vivir, o más bien sobrevivir, de la música.

Knox tiene 80 años en la actualidad y regenta una tienda de caridad de segunda mano en Camden Road (Londres) llamada Rock And Roll Rescue. Knox dejó los Vibrators en 2011 y desde entonces, ha realizado apariciones y colaboraciones esporádicas tanto con ellos como con otros grupos. 

- PD: las fotos de las entradas no aparecen en el libro, están tomadas de la red. 

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