jueves, 28 de diciembre de 2023

Reseña del libro White American Youth


White American Youth. My Descent Into America’s Most Violent Hate Movement - And How I Got Out. Christian Picciolini. Hachette Books (2017). 275 págs. Inglés. 

Llevaba tiempo queriéndome pillar uno de los tantos libros que hay publicados sobre peña que deja el rollo nazi. En esas estaba, cuando apareció el Memorias de un ex nazi de David Saavedra. Al estar enfocado en la escena neonazi “local”, me decanté por él, pero he de decir que no me gustó mucho que digamos. He de reconocer también que, seguir al tipo en las redes sociales o escuchar algunas de las entrevistas que hizo en su día, tampoco me ayudó mucho a que sintiera empatía por él… En fin, tras este primer fiasco, me decanté esta vez por un libro en inglés con las memorias de un ex-nazi americano de origen italiano: Christian Picciolini

Pienso que dejar de ser un puto nazi siempre debería de ser algo positivo. Aunque tengas un currículum lleno de agresiones y movidas, yo puedo o podría perdonar. Sé que para alguien que hubiera sufrido la violencia en primera persona sería difícil hacerlo. Es comprensible. Está claro que yo también tendría muy en cuenta, a la hora de perdonar, si quien deja la secta nazi se pone a trabajar precisamente en contra del racismo y del fascismo. Y éste es precisamente el caso del autor de White American Youth.

Christian Picciolini fue punk antes que un bonehead nazi. En su búsqueda de una identidad, se encontró con la persona “equivocada” que lo acabó metiendo en la movida nazi. Con 14 años ya era un bonehead hecho y derecho. Sus amigos por entonces eran casi todos descendientes de italianos. Aparte de atacar a los “antis” (anti racistas) y a otras minorías étnicas, su pandilla se solía meter de ostias con otra de irlandeses (Beverly Boys), hasta que cayeron en la cuenta de que todos eran igual de racistas y acabaron unificándose. La mayor fuente de inspiración para Picciolini fueron los Skrewdriver, lo que hizo que él también formara su propia banda de música RAC: White American Youth (WAY). 

A la par que iba leyendo los capítulos del libro, me iba viniendo a la mente el reportaje aquel que se emitió en su día por televisión en el que se veía el día a día de unos jóvenes nazis que vivían en una especie de “comuna” en Alabama y que estaban liderados por un friki red neck supremacista blanco llamado Bill Riccio. El documental está en YouTube en versión original, y al comienzo del mismo (minuto 1:02), aparece precisamente Christian Picciolini y la nueva banda que formó tras disolver a los WAY, los Final Solution. Pues bien, Picciolini comenta en la obra cómo uno de los nazis que vivía ahí le explica los abusos sexuales a los que Bill Riccio les tenía sometidos. Picciolini lamenta no haberse encontrado con Riccio durante el concierto (estaba detenido en ese momento por tráfico ilegal de armas), pues de lo contrario, "no habría salido vivo de allí” (sic). Lo más curioso de todo es que Bill Riccio en el libro es “Will Manfredi”. Por motivos legales, algunos nombres están cambiados, como por ejemplo, el del ex batería de los Condemned 84, Cliff Warby, que en la obra es “Clay Wallaby”, y de quien Picciolini cuenta cómo conversan sobre racismo y cómo le adoctrina con filosofía nazi. Warby murió en 2021 (¿covid? no sé, pero falleció en plena pandemia y curiosamente, era anti vacunas). 

La carrera hacia el estrellato neonazi continúa para Picciolini hasta que, tras conocer a la que sería su primera mujer, con la que se casa y tiene su primer hijo, se va poco a poco desilusionando con lo que veía que había dentro del movimiento supremacista y nazi americano. Que era y es básicamente ruina y basura de gente. Su distanciamiento se produce gradualmente, y mientras aún militaba, abrió una tienda de música donde solía vender de todo (RAC, hip hop, Punk, etc) y en la que empieza a darse cuenta de que la gente a la que odiaba también podían ser buenas personas. Estando en la tienda de discos, le ocurre una de las anécdotas más surrealistas del libro, cuando un contingente de 4 “antis” entra en la tienda encabezados por un skin negro que llevaba tatuada en la frente una esvástica. Tras unos momentos de tensión, curiosamente, los antirracistas le acaban comprando, entre otras cosas, discos de Skrewdriver…. Ejem. 

White American Youth termina de una manera bastante parecida a la película American History X. Unos años después de que Picciolini consigue dejar atrás su pasado nazi, es su hermano pequeño quien se mete en el rollo pandillero. No se hace nazi, pero al estar metido en ese mundo igual de violento, acaba tiroteado y muerto tras un “malentendido” en la zona de una pandilla rival. Menudo drama para Christian y su familia. Él tuvo todos los boletos para terminal mal, pero al final fue su hermano menor quien pagó por él los platos rotos. Lo único bueno de esta historia es que hoy en día Christian Picciolini aún sigue haciendo campañas contra el racismo y el fascismo.

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