Fat bloke, thin book. Arturo Bassick. Bassick Publications (2008). 112 págs. Inglés.
Me leí este libro hace poco y como el próximo fin de semana vais a tener a los Lurkers por el estado, voy a pasar a comentarlo. Supe de él a raíz de la entrevista que le hice a Iñigo de los VonDänikens, cuando en el cuestionario del final le pregunté por “un libro” y dijo éste mismo. En el Rebellion de 2010 lo vi por primera vez en el stand que pone el autor en el festival pero por entonces andaba bastante pelado de pasta, por lo que no fue hasta la edición de este año que no se lo pillé (y he de agradecer a Arturo que me lo rebajara dos libras!). Bueno, “Tipo gordo, libro delgado” es un clásico libro sobre memorias de alguien que está metido en el mundillo de la música, aunque como el propio Arturo Bassick apunta en el prólogo, “mi idea fue que el libro tenía que ser como una canción punk: corto, mordaz, contundente y relativamente barato”. Y efectivamente, todo se cumple! A los 19 años ingresó por una apendicitis en el hospital (por cierto, coincidió con un españolito que se acabó suicidando tirándose desde el balcón), pero se le complicó de tal manera el tema que lo tuvieron que abrir en canal, por lo que desde entonces tiene unas cicatrices en el estómago. Esto lo cuento porque la primera vez que vi a los Lurkers, no recuerdo ahora si Arturo iba sin camiseta o se la levantó un momento, pero recuerdo flipar al ver su pedazo de panza junto a unas deformaciones que me dieron en aquel momento muy mal rollo. Ahora sé que eran esas cicatrices… Como mucha gente de su generación, Arturo Bassick estuvo metido en la escena skatalítika, llegando al punk a través de bandas como Stranglers o Eddie and The Hot Rods. Al visitar a menudo la tienda de discos de Beggars Banquet (sería después el sello del grupo también) conoce al manager de los Lurkers, quien le comenta que andaban buscando a un bajista. Hace la prueba y lo acaban pillando. Arturo estuvo con ellos en su primera etapa pero no mucho tiempo más; (año 77, primeros singles), y tras dejarlos probó con otros proyectos, destacando incluso que llegó a hacer una audición para tocar con los Buzzcocks, pero estos pasaron al final de él argumentando que vivía lejos de Manchester, aunque tiempo después Arturo Bassick descubriría el verdadero motivo de su malogrado fichaje: era demasiado alto!! Como decíamos, tras Lurkers vendrían diferentes formaciones, siendo quizá The Blubbery Hellbellies con los que más se prodigaría grabando numerosos discos. Eso sí, como hacían una especie de rockabilly- country o cow punk, acabaron actuando casi exclusivamente dentro del circuito psychobilly, cosa que a Arturo nunca le acabó de convencer… Aunque fue girando con ellos por Alemania donde conoció a Campino, cantante de los Die Toten Hosen. Este profesaba admiración por los Lurkers, por lo que tras enterarse de quién era en realidad Arturo Bassick le propone una reunión del grupo y una gira junto a los Toten Hosen. Arturo acepta y los Lurkers vuelven, aunque prescinden de su cantante por diferentes movidas en relación a lo desfasado que andaba por entonces… La buena acogida que obtienen en su retorno les hace empezar a grabar nuevo material y a girar de nuevo otra vez. En 1990, durante el entierro-incineración de un colega, Arturo se encuentra con Nick Cash de los 999 que curraba de operario en los hornos mismos del crematorio. Es allí donde Cash le comenta a Arturo Bassick de entrar en los 999, pues estos se habían quedado sin bajista recientemente. Desde entonces hasta ahora, Arturo complementa su labor instrumental en ambas bandas (además de tocar también esporádicamente en otras, ver texto más abajo). El libro continúa con la obra y proezas del bueno de Arturo Bassick, con sus encuentros con músicos “afamados” y demás anécdotas delirantes (y no solo del ámbito musical, sino también de los tiempos en los que se compró un caballo y hacía tours turísticos por la zona donde vivía jajaja). En definitiva, os recomiendo el libro porque es muy ameno y divertido. No he encontrado dónde conseguirlo por internet, pero en la web del grupo sale un mail para intneresad@s. Si no, estoy seguro que los Lurkers llevarán puesto de merchandasing y es posible que allí lo encontréis…
- http://www.thelurkers.co.uk/news.htm (buscar el anuncio del libro en las noticias).
- Extractos del libro traducidos libremente:
[…]Sting:
Otra historia fue cuando teloneamos en 1977 a The Police en el Marquee. En aquel tiempo no eran famosos y todavía no se habían suavizado con el reggae. Un tío llamado Henry Padovani estaba aún a la guitarra y tocaban una especie de punk influenciado por el rock. Bien, no tenía ningún equipo de bajo esa noche y cuando llegué, Stuart Copeland y Sting estaban en el bar. Pasando por su lado escuché a Stuart llamarle “Stink” (nde: sting significa “aguijón”, pero stink hace referencia a “mal olor” o a “apestoso”). Bueno, es lo que entendí. […] Así que le dije: “hey, Stink ¿me prestas tu ampli de bajo? Se cabreó y me dijo: “No es Stink tío, es Sting”. Yo le dije: “oh, vale, todo el mundo se pone estúpidos nombres punk últimamente, Rotten (“podrido”), Scabies (“sarnoso”), Degenerate (“degenerado”), Terry Toilet (Terry “retrete”)… ¿Me prestas tu equipo? Yo sabía que él no quería, pero Copeland le dio el visto bueno, por lo que a regañadientes aceptó. […]
[…]Gira americana con The Business:
En 1994 hice mi primera gira por los USA. Fue tocando con los Business. Conocía de hacía años a Mark Brennan del sello Link, quien tocaba el bajo en la banda, y había tenido unos cuantos encuentros con Micky Fitz y Steve Whale, los cuales siempre fueron bien. El tour duraba ocho semanas y estaba realmente entusiasmado, pues nunca antes había girado por allí […]. Fue el peor tour organizado que hice nunca. Hasta que no vas a un país grande no caes en la cuenta de lo inmensas que son las distancias que tienes que recorrer entre una ciudad y otra. Los viajes pueden ser una pesadilla, sobre todo si van 9 personas en una vieja furgoneta sin ventanas y que solo alcanza los 80 kms/h […]. Era de George, el cantante del grupo telonero, llamado Battalion of Saints, en el que estaba también a la guitarra Terry Bones de Discharge. […] Lo peor fue que a menudo los conciertos los jodían los White Power Skinheads. Hubo algunas otras situaciones chungas, os las explicaré.[…]
Teníamos un gran concierto en Santa Bárbara. Había ya mucho público dentro cuando toda la bronca empezó. La pandilla de skinheads que se encargaba de la seguridad dejó entrar a cerca de 50 de sus colegas. Se produjo un baño de sangre y no tocamos. Hicimos unos 800 kms y no tocamos, para cagarse! En otra ocasión, en alguna parte de California, a una pandilla de skins mexicanos no les dejaron entrar y tirotearon las ventanas […]. En Austin, Texas, vi a un chico negro con un brazalete con una esvástica en el brazo yendo al concierto, cosa que es casi lo más anormal que te puedes encontrar. Cuando estábamos tocando, por la mitad más o menos, Micky Fitz se fue del escenario, por lo que Steve Whale y yo continuamos cantando. Pensé que Mick fue a beber o algo, volviendo unos minutos después como si nada hubiera ocurrido. Tras el concierto, le pregunté que porqué se había largado del escenario y él me dijo que si no había visto al chico negro del brazalete con la esvástica empuñando una pistola. Como siempre, yo andaba bastante pedo y sin enterarme de lo que el público hacía. […] Él comentó qué hubiera sido del tipo si no hubiera sido controlado por la seguridad. […]
- Gira estatal de los Lurkers:
11 octubre: Madrid, sala Gruta 77.
12 octubre: Bermeo, sala Nuntxako.
13 octubre: Badalona, Sala Estraperlo.
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